Pese a los cambios que realizó en su gabinete de gobierno, el cuarto desde que comenzó su gestión en julio del año pasado, la calma parece estar muy lejos del presidente peruano, Pedro Castillo, quien sigue jaqueado por la profunda crisis política que padece el país.

Errático en sus decisiones y, según afirmaron exfuncionarios del Ejecutivo, pésimamente asesorado por su círculo más cercano de colaboradores, el mandatario tomó juramento el martes por la noche a los nuevos integrantes de su gabinete, que será presidido por Aníbal Torres, un veterano abogado prestigioso, de larga trayectoria en el ámbito jurídico, quien se venía desempeñando como ministro de Justicia desde el comienzo de la gestión de Castillo. Torres fue designado para reemplazar a Héctor Valer Pinto, quien había sido nombrado por el presidente para reemplazar a Mirtha Vásquez –la segunda jefa de gabinete del gobierno, que sustituyó a Guido Bellido–, pero su permanencia en el cargo duró apenas cuatro días, ya que, sobre el designado, además de carecer de apoyo político alguno, pesaban acusaciones de violencia doméstica y corrupción.

El designado Torres es una figura que, si bien tiene un carácter confrontativo, está libre de toda sospecha, pero los cuestionamientos comenzaron a llover sobre Hernán Condori, a quien Castillo designó para dirigir el Ministerio de Salud. De acuerdo con el diario limeño La República, Condori –quien es muy cercano a Vladimir Cerrón, el líder del partido Perú Libre, al que el mandatario también pertenece– es investigado por actos de corrupción presuntamente cometidos durante su gestión como director de salud de la provincia de Chanchamayo, cargo al que llegó en 2011 a instancias de Cerrón, que en ese momento era gobernador del departamento de Junín, donde se encuentra la provincia antes mencionada. Además, según informó el portal Ojo Público, a Condori se lo acusa de haber promocionado mediante videos publicados en redes sociales la venta de Cluster X2, un producto conocido también como agua hexagonal, un complemento líquido sin respaldo científico alguno que sus promotores dicen que mejora la absorción de nutrientes en el organismo.

Como era previsible, las críticas desde la oposición no se hicieron esperar, por lo que la situación en la que se encuentra el mandatario es muy frágil, teniendo en cuenta que la figura de la vacancia está flotando en el ambiente prácticamente desde que asumió.

Además, algunos analistas estimaron que el nombramiento de Condori en reemplazo de quien se desempeñaba como ministro de Salud, Hernando Cevallos, un funcionario que venía realizando una aceptable tarea en la gestión de la vacunación de la pandemia contra el coronavirus, fue un movimiento torpe del mandatario. Cevallos incluso era uno de los nombres que se mencionaban para ocupar la presidencia del Consejo de Ministros, pero repentinamente quedó fuera del Ejecutivo. Este no fue un hecho político menor, ya que marca un alejamiento de Castillo de la coalición izquierdista Juntos por el Perú, que lidera la excandidata presidencial Verónika Mendoza, de la cual Cevallos es integrante.

Además, la integración del nuevo gabinete, en el que sólo hay tres mujeres, refleja un nuevo acercamiento con el núcleo duro de Perú Libre, porque además del cuestionado Condori hay otros dos nuevos ministros que también trabajaron junto a Cerrón cuando este fue jerarca en Junín: Carlos Palacios Pérez, quien estará al frente de la cartera de Energía y Minería, y Ángel Yldelfonso Narro, nuevo ministro de Justicia en lugar de Aníbal Torres.