El 16 de marzo el Ejército ruso bombardeó un teatro en la ciudad de Mariúpol, al sur de Ucrania, que funcionaba como refugio para los civiles. Este viernes la alcaldía de la ciudad emitió un comunicado, a través de su canal de Telegram, en el que confirma que la estimación inicial es de 300 personas fallecidas.
“El Teatro Dramático, en el corazón de Mariúpol, siempre ha sido la tarjeta de presentación de la ciudad. Un lugar de encuentro, fechas, un punto de referencia. '¿Dónde estás? Estoy en el Teatro'”, dicen las autoridades después de lamentar “empezar el día con malas noticias”, en un comunicado consignado por AFP. “Ya no hay Teatro. En su lugar queda un nuevo punto de dolor para el pueblo de Mariúpol, las ruinas del que fue el último refugio de cientos de personas inocentes”.
“Testigos tienen informaciones según las cuales unas 300 personas fallecieron en el teatro de Mariúpol tras un bombardeo ruso. Hasta el final nos negamos a creer este horror, queremos pensar que todo el mundo salió ileso. Pero los testimonios de quienes se encontraban dentro del edificio en el momento de este acto terrorista dicen lo contrario”, escribieron las autoridades, y agregan que la entrada al teatro “quedó bloqueada por los escombros y las operaciones de rescate se complicaron debido a los bombardeos incesantes”.
Las autoridades recuerdan que el bombardeo se produjo a pesar de que se había pintado una gran inscripción en el suelo, visible desde el aire, para señalar que era un espacio de refugio para niños. “Sabía dónde iba. Sabía cuáles podrían ser las consecuencias y, sin embargo, las bombas cayeron en un lugar que se había convertido en un refugio para cientos de residentes de Mariúpol”, denuncia la municipalidad. “No puede haber explicación para esta crueldad inhumana. Nunca habrá perdón para aquellos que trajeron destrucción, dolor y sufrimiento a nuestro hogar”.
Sobre el final del comunicado aseguran que se podrá “restaurar los edificios, pero nunca recuperaremos a amigos, vecinos, familiares y seres queridos”, y por eso piden homenajear a las “víctimas inocentes” de una “loca guerra” librada por “el estado terrorista de Rusia”.
Una semana atrás, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, estimó que las personas que habían podido ser rescatadas con vida eran unas 130, pero que “centenares” seguían bajo los escombros.
Desde que Rusia puso su objetivo en la ciudad portuaria, que comunica Ucrania con Crimea, más de 2.000 civiles han perdido la vida en Mariúpol, según cifras oficiales ucranianas. Según Zelenski aún hay unas 100.000 personas bloqueadas en esta ciudad que buscan refugio o salir a través de corredores humanitarios que no se logra instalar con efectividad.