El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro pretende quedarse en Estados Unidos, donde se encuentra desde fines del año pasado. Así lo informó este lunes su abogado, quien aclaró que el exmandatario solicitó una vista de turista que le permitiría quedarse al menos seis meses más en ese país. Bolsonaro pretende permanecer en el exterior, cuando en su país son varias las voces que piden que regrese y se haga cargo del intento de golpe de Estado que llevaron a cabo sus seguidores a comienzos de enero.

Su abogado, Felipe Alexandre, aclaró que Estados Unidos recibió la petición el viernes, y adelantó que Bolsonaro permanecerá en ese país mientras su solicitud esté en proceso. “A él le gustaría tomarse un tiempo libre, despejar su cabeza y disfrutar de ser un turista en Estados Unidos durante unos meses antes de decidir cuál será su próximo paso”, afirmó Alexandre en una respuesta por correo electrónico a la agencia Reuters.

Cuánto tiempo permanecerá en Estados Unidos “dependerá de él y de la estrategia que acordemos emprender en función de sus planes”, añadió el representante legal.

Por otra parte, un portavoz del Departamento de Estado señaló a la agencia que los registros de visas son confidenciales y, por lo tanto, no se puede discutir detalles de casos individuales.

Bolsonaro se hospeda en la casa del exluchador de artes marciales brasileño José Aldo, en Kissimmee, al sur de Orlando. Llegó al estado de Florida dos días antes de que terminara su mandato el 1º de enero, y así evitó pasarle la banda presidencial a Luiz Inácio Lula da Silva. Estuvo allí junto a su esposa, Michelle Bolsonaro, quien regresó a Brasil el 26 de enero, y permanece junto al expresidente uno de sus hijos, Carlos Bolsonaro. Fue en ese lugar que se lo atendió por una complicación intestinal que sufrió el 9 de enero.

A principios de mes, 41 miembros demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos pidieron al presidente Joe Biden que interviniera en el tema y revocara el visado de Bolsonaro. Sin embargo, el Departamento de Estado advirtió que cualquier persona que haya entrado a Estados Unidos con una visa A, reservada para diplomáticos y jefes de Estado, tiene que salir del país en un plazo de 30 días o solicitar un cambio de estatus migratorio si ya no se encuentra en esa situación. Se cree que este es el caso de Bolsonaro, que entró siendo presidente y ya no lo es.

A Bolsonaro se le pide que se haga cargo del hecho de que sus seguidores saquearan el Congreso, el Tribunal Supremo y el palacio presidencial, pidiendo un golpe militar para anular las elecciones en las que perdió contra Lula. De hecho, la Justicia brasileña decidió abrir una investigación contra Bolsonaro por supuestamente alentar las protestas.

En la investigación de los hechos, la Fiscalía de Brasil presentó cargos contra 54 personas por el intento golpista. Están acusados ante el Tribunal Supremo Federal de los delitos de asociación criminal y de incitación al crimen por animar a las Fuerzas Armadas a actuar contra los poderes constitucionales.