Este lunes por la mañana al menos 1.200 personas fueron detenidas por la Policía Federal en el campamento que armaron frente al cuartel general del Ejército en Brasilia, tras la invasión a las sedes de los poderes del Estado este domingo. Según informó O Globo decenas de ómnibus llegaron a la zona para trasladar a las personas a la sede de la Policía Federal para ser interrogadas.

Este domingo por la noche el Supremo Tribunal había dado un plazo de 24 horas a la Policía Militar de Brasilia y la Fuerza Nacional de Seguridad para desalojar todos los campamentos de militantes golpistas que asaltaron el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF).

Según informó el Ministerio de Justicia, se busca fichar a todas las personas para luego establecer si participaron en los ataques del domingo. Por el momento, solo serán arrestados los que sean señalados como participantes en los hechos y haya indicios en su contra.

A la Policía Federal se la instruyó para identificar al grupo principal de militantes bolsonaristas que este domingo ingresó a los edificios de los poderes del Estado. Según O Globo la investigación implicará analizar la lista de huéspedes en hoteles y posadas de Brasilia desde el jueves y hacer un reconocimiento de las cámaras de seguridad de la zona, además del mapeo de los ómnibus que llegaron a la capital del país.

El ministro del STF Alexandre de Moraes también ordenó que se les tome declaración a los dueños de los 87 ómnibus que llevaron bolsonaristas a Brasilia en las últimas 48 horas, para determinar los nombres de los pasajeros y cómo se financiaron los viajes.

La agenda de Lula después de los disturbios

Ricardo Capelli, interventor de Brasilia desde que Luiz Inácio Lula da Silva lo designó tras los disturbios, se pronunció esta mañana a través de Twitter y pidió paciencia a los medios ya que aseguró que están en momentos de “actuar”. “Hablaremos cuando sea el momento adecuado. Es hora de actuar, no de hablar. Cuento con la comprensión de todos”, escribió.

Por su parte Lula no se ha pronunciado este lunes, pero comenzó el día con una agenda cargada de actividades. Según la agenda difundida por Presidencia, la primera reunión del día fue a las 9.00 con la presidenta del Superior Tribunal Federal, la ministra Rosa Weber, en el Palacio de Planalto. En los incidentes de este domingo, las instalaciones del STF fueron dañadas, al igual que el edificio del Poder Ejecutivo y el del Congreso, pero la oficina de Lula, que cuenta con una protección especial, no tuvo mayores daños.

Oficinas en el Palacio Presidencial del Planalto, el 9 de enero, en Brasilia.

Oficinas en el Palacio Presidencial del Planalto, el 9 de enero, en Brasilia.

Foto: Carl de Souza, AFP

Durante la tarde se espera que Lula continúe con algunos compromisos internacionales, a las 15.00 tiene una reunión virtual con el primer ministro de Portugal, António Costa, y a las 16.30 con el expresidente estadounidense Bill Clinton.

Para el final del día se espera que haya más novedades sobre lo acontecido el domingo, ya que a las 18.00 está pautada una reunión con los gobernadores.

El audio que compromete al secretario de Seguridad Pública

Antes de que los militantes golpistas ingresaran por la fuerza a los edificios de los poderes del Estado, el secretario de Seguridad Pública que este domingo estaba en ejercicio, Fernando de Sousa Oliveira, le envió un audio al gobernador, que luego fue suspendido, Ibaneis Rocha en el que asegura que en la capital estaba “todo tranquilo” y que la manifestación era “totalmente pacífica”.

Según informó Folha de S. Paulo, en el audio el funcionario, que luego fue apartado del cargo, admite que su secretaría negoció con los militantes que estaban fuera del cuartel general del Ejército de Brasilia para que fuesen hasta la Explanada de los Ministerios de forma “pacífica y organizada”, y de hecho aseguró que la Policía los iba a acompañar desde el campamento hasta la Plaza de los Tres Poderes.

Sousa Oliveira le dice al entonces gobernador que hay 150 ómnibus en el Distrito Federal, pero asegura que todos están controlados por organismos de Inteligencia y que no había “ningún informe de alguna cuestión agresiva”.

“Gobernador, le voy a pasar el último informe del mediodía. Todo tranquilo. Los manifestantes están descendiendo desde el sector militar, controlados, escoltados por la Policía. Tuvimos una negociación para que ellos descendieran de forma pacífica, organizada, acompañada. Lo hicieron. Están en un clima bien tranquilo, bien ameno. Una manifestación tranquila, totalmente pacífica. Hasta ahora. Nuestra inteligencia está monitoreando y no hay ningún informe de alguna cuestión agresiva o ligada a ese tipo de comportamientos”, decía Sousa Oliveira a Rocha.

Sousa Oliveira estaba a cargo de la Secretaría de Seguridad porque su titular, Anderson Torres, quien también fue cesado del cargo, estaba de vacaciones en Florida, Estados Unidos.