El martes, decenas de miles de mujeres y personas no binarias se declararon en huelga en Islandia para protestar contra la desigualdad de género. Muchas de las huelguistas se reunieron en el centro de Reikiavik, la capital de la isla nórdica, para participar en una manifestación que estuvo inspirada por la huelga de mujeres islandesas de 1975, tal como recordó el diario local Iceland Review.
Uno de los temas principales de las protestas fue la brecha salarial entre mujeres y hombres, además de la violencia de género. Otro motivo de las protestas fue el llamado “tercer turno”, que se refiere al trabajo no remunerado que realizan las mujeres en el hogar.
Los sectores laborales especialmente afectados por la protesta del martes fueron la sanidad y la educación, pero también casi todas las sucursales bancarias del país debieron cerrar. Muchos servicios municipales tuvieron que reducir su horario o cerrar por completo.
Ásgeir Þór Ásgeirsson, jefe de policía en Reikiavik, le dijo al periódico islandés Vísir: “Nunca ha habido tanta gente en Arnarhól y en las calles aledañas, ni siquiera en Menningarnótt [un festival cultural]”.
Aunque es difícil saber el número exacto de manifestantes en Reikiavik, Ásgeir Þór estima que había entre 70.000 y 100.000, un número que superó todas las expectativas, teniendo en cuenta que la población total de Islandia es de alrededor de 370.000 habitantes.
Cantos de “Ya no aguantamos más esto” se escucharon en las calles de Reikiavik. Varios oradores también expusieron datos sobre la desigualdad de género en Islandia y les preguntaron a los manifestantes: “¿Es esto lo que ustedes llaman igualdad?”, una pregunta respondida con un contundente y unánime “no”, informó Associated Press.
La manifestación en Reikiavik fue organizada por un equipo de casi 40 grupos, incluyendo la Asociación de Enfermeras de Islandia, la Asociación Universitaria y BSRB, la Federación de Trabajadores Públicos, entre otras entidades. Algunas trabajadoras, como médicas y enfermeras, no pudieron participar en la huelga, por tratarse de actividades esenciales.
Así fue que algunas de ellas publicaron imágenes en línea con carteles con consignas como “indispensable”, “de servicio” y “todos iguales”.
Entre las personas que participaron en la manifestación se encontraba la primera ministra islandesa, Katrín Jakobsdóttir, que dijo que ella misma, y probablemente otras mujeres miembros del gabinete, no fueran a trabajar. La mandataria agregó que su gobierno estaba investigando cuánto se valoran las profesiones dominadas por mujeres en comparación con los trabajos tradicionalmente desempeñados por hombres, informó la BBC.
El sitio web de los organizadores del “Kvennafri” o “Día libre de la mujer” pidió a los hombres que el martes asumieran las responsabilidades que normalmente desempeñan las mujeres, incluyendo la preparación de comidas para sus hijos, recordar los cumpleaños de sus familiares y organizar la agenda de sus hijos.
Los organizadores también reconocieron la contribución de las mujeres inmigrantes, que representan el 22% de la fuerza laboral femenina en Islandia, y también convocaron a personas no binarias a participar en la huelga.
A las mujeres para las que no fue posible participar en las huelgas por responsabilidades de cuidado infantil también se las alentó a publicar en las redes sociales con el hashtag #kvennaverkfall (#HuelgaDeLasMujeres).
Durante los últimos 14 años Islandia ha sido clasificada como el país con mayor igualdad de género del mundo; sin embargo, aún no ha logrado una puntuación perfecta. El Foro Económico Mundial le atribuye una puntuación de igualdad de género del 91,2%.