El presidente venezolano Nicolás Maduro finalizó este jueves una gira de siete días por China, en las que ambos gobiernos suscribieron más de 30 acuerdos en numerosas áreas: la economía y el comercio, la educación, el turismo, la ciencia y la tecnología, la salud, el aeroespacial y la aviación civil, entre otras.
Durante su estadía en el país asiático, la quinta desde 2013, el mandatario venezolano visitó Pekín, pero también estuvo en las ciudades de Shenzhen, Shangái y Jinan.
En la capital, Maduro se reunió con las más altas autoridades chinas, incluyendo claro está al presidente Xi Jinping, junto a quien suscribió una Declaración Conjunta sobre el Establecimiento de la asociación estratégica a toda prueba y todo tiempo. De acuerdo a lo que informaron agencias internacionales, Pakistán, Rusia y Bielorrusia son los únicos otros países que tienen este tipo de unión con China, que significa el nivel más alto de las relaciones diplomáticas del gobierno de Pekín. Ambos mandatarios manifestaron su satisfacción por el afianzamiento de las relaciones.
“Entre la Gran China y nuestra Patria, nos impulsa el trabajo y la cooperación, gracias a las relaciones de respeto y fraternidad. ¡La Diplomacia Bolivariana de Paz es ejemplo para el mundo!”, expresó exultante Maduro.
Por su parte Xi, de acuerdo a lo que informó la cadena estatal china CCTV, expresó su apoyo al gobierno de Caracas por los intentos de Venezuela de mantener “la soberanía, la dignidad nacional y la estabilidad social del país, así como por resistir la injerencia externa”, valores que “reflejan la amistad fraterna” entre los dos países.
Haciendo referencia a las sanciones impuestas por Estados Unidos, Maduro expresó su agradecimiento al gobierno y al pueblo de China por “su inestimable apoyo y asistencia en momentos en que el país sufría las múltiples dificultades planteadas por las sanciones unilaterales ilegales y la epidemia de covid-19”. Maduro agregó que Venezuela está preparado para aprender del enfoque chino a “la construcción de zonas económicas especiales”.
Desde hace más de 15 años, las inversiones chinas vienen teniendo una importancia imprescindible en la preservación de la economía venezolana. Esta fuerte corriente de inversiones comenzó cuando Venezuela era gobernada por Hugo Chávez, que recibió inversiones directas, préstamos y compromisos de inversión por decenas de millones de dólares. Después de años de saldar parte de sus deudas con cargamentos de petróleo, se estimaba que en 2018 Venezuela le debía a China aproximadamente 20.000 millones de dólares.
Antes de visitar China, Maduro había expresado su deseo de que Venezuela sea admitido como miembro del grupo de los BRICS, que integran Brasil, Rusia, India, China y que recientemente admitió a Argentina, Egipto, Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía. El fin de semana, en una entrevista con la cadena Xinhua, Maduro dijo que estaba convencido de que China ayudará a Venezuela a “lograr lo que ha sido la solicitud de Venezuela para, como país con la máxima reserva de petróleo del mundo [...] que ingrese a los BRICS”.