Al presentar su estrategia de seguridad para México, la presidenta Claudia Sheinbaum manifestó este martes que “no va a regresar la ‘guerra contra el narco’” que se desplegó de 2006 a 2012, durante el gobierno de Felipe Calderón, una política que desató la violencia en el país. “No buscamos ejecuciones extrajudiciales, que era lo que ocurría. ¿Nosotros qué vamos a usar? Prevención, atención a las causas, inteligencia y presencia”, dijo.

Sheinbaum señaló que se propone “fortalecer” la política impulsada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, enfocada en prevenir la violencia con programas sociales, en particular los dirigidos hacia la población joven.

Junto a la presidenta, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, dijo que esas acciones se van a enfocar en “atender de manera prioritaria a las familias más vulnerables, reduciendo la pobreza, cerrando brechas de desigualdad y generando oportunidades para que las y los jóvenes tengan acceso a una mejor calidad de vida”. Agregó que eso permitirá alejar a esas personas “de la delincuencia y del reclutamiento de grupos delictivos”.

García Harfuch dijo que medidas similares a las que propusieron este martes permitieron reducir a la mitad los homicidios en Ciudad de México en la última administración, cuando Sheinbaum fue jefa de gobierno de la ciudad y él integró su gabinete como secretario de Seguridad.

La presidenta mexicana anunció que estas medidas se concentrarán en “zonas de alta incidencia delictiva”. Citó como ejemplo el estado de Guanajuato, situado en el centro del territorio mexicano, donde se registra el mayor índice de homicidios del país y también es alta la incidencia del consumo de drogas entre los jóvenes, informó el diario La Jornada. Esa situación, dijo Sheinbaum, se debe atender con políticas sociales.

Afirmó que García Harfuch se reunirá con la gobernadora de Guanajuato, Libia García, para definir mecanismos específicos de coordinación. Anunció también que el secretario de Seguridad viajaría este mismo martes a Sinaloa, junto con autoridades de Defensa Nacional, para adoptar acciones conjuntas también en ese estado, donde hubo un crecimiento de la violencia a partir de la detención, en julio, del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael el Mayo Zambada.

“Vamos a ver hasta dónde podemos avanzar. No es que en un día se vaya a resolver, pero también hay que recordar cuál es el origen de esta violencia que se desató. Vamos a actuar”, dijo.

México reclama a Estados Unidos más información sobre la captura y el traslado a este país de narcotraficantes mexicanos, en particular Zambada, un caso que generó tensiones entre los dos países. Según la defensa del líder del Cártel de Sinaloa, Zambada fue secuestrado en México y llevado a territorio estadounidense.

Sheinbaum dijo este martes que su país todavía no recibió “información suficiente” al respecto “por parte del gobierno de Estados Unidos”, y que la “sigue solicitando”. Por este motivo, otra reunión pendiente vinculada con la seguridad es la que se propone mantener el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, con el embajador estadounidense, Ken Salazar.

Durante la conferencia, el secretario de Seguridad de México dijo que, además de atender las causas de la violencia, los ejes de la política del nuevo gobierno en la materia incluyen consolidar la Guardia Nacional, utilizar la inteligencia contra el crimen, y que haya coordinación entre las distintas autoridades.

Señaló que está prevista la creación de una Subsecretaría de Investigación e Inteligencia que se encargará de potenciar la coordinación con la inteligencia militar y la naval en materia de delincuencia organizada. También coordinará con instituciones federales y municipales, y de este modo se aspira a crear un Sistema Nacional de Inteligencia.

La presidenta dijo que se buscará fortalecer la Guardia Nacional, que “ya es parte de la Sedena”, la Secretaría de Defensa Nacional. La Guardia Nacional fue creada por López Obrador como una fuerza civil de unos 133.000 integrantes, pero luego pasó a formar parte del Ejército, lo que generó fuertes cuestionamientos.

Sheinbaum también se refirió a un hecho reciente que renovó las críticas a la actuación de los militares en México. El primer día de gobierno de Sheinbaum, el 1° de octubre, murieron seis migrantes de Perú, El Salvador y Egipto durante un operativo en la frontera sur. Supuestamente, los militares dispararon contra 33 migrantes que viajaban en dos camionetas al confundirlos con criminales.

“Lo que no hay es impunidad”, dijo Sheinbaum, y afirmó que “ya hubo orden de aprehensión” contra esos funcionarios y que se está haciendo “todo lo necesario” para que un caso como este “no se vuelva a repetir”.