El gobierno de Israel y la organización islamista Hamas que gobierna en la Franja de Gaza están en una fase avanzada de las negociaciones indirectas mediadas por Qatar, Estados Unidos y Egipto para llegar a una tregua.
Este jueves el jefe del Mossad, David Barnea, viajó a Doha, la capital qatarí, donde se reunió con el primer ministro del país árabe, Mohammed bin Abdulrahman al-Thani. Desde hace una semana hay señales claras de que esta vez la concreción del acuerdo, que estipularía un alto el fuego por 60 días, podría concretarse.
Hamas publicó una grabación de un video de uno de los secuestrados israelíes que permanecen cautivos en Gaza, que es el hijo de una de las dirigentes del grupo de familiares.
Además, la entidad palestina comunicó que aceptó la condición impuesta por el gobierno de Benjamin Netanyahu de permitir que las fuerzas israelíes sigan controlando el denominado Corredor Filadelfia, situado en la frontera entre el territorio gazatí y Egipto, y también accedieron a que los israelíes permanezcan controlando el Corredor Netzarim, que divide a la franja en dos.
Este jueves en declaraciones a la cadena palestina Al-Quds, el subsecretario general de la Yihad Islámica Palestina, Mohamad al-Hindi, afirmó que “hay optimismo sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo”. Esta tregua se daría en un contexto en el que Hamas y las entidades palestinas afines están tremendamente debilitadas por las enormes bajas que están padeciendo por los ataques israelíes, y porque también quedaron aislados en su lucha, por la tregua pactada entre Israel y la organización chiita libanesa Hezbolá.
Por su parte, el Ejecutivo de Netanyahu viene siendo fuertemente presionado en la interna, por un sector de la sociedad civil que lideran los familiares de los rehenes, por el servicio secreto y también por el ejército, que pretende detener la ofensiva que ya causó, según cifras ofrecidas por fuentes oficiales palestinas, la muerte de 45.000 personas, heridas a centenares de miles, además de incontables daños materiales.
Paralelamente, este jueves, de acuerdo a lo que informó el portal israelí Ynet, Arie Deri, el líder del partido ultraortodoxo Shas, que forma parte del gobierno, declaró que hay que llegar a un acuerdo a cualquier precio para salvar a los rehenes. Noventa y seis de los 251 rehenes secuestrados por Hamas el 7 de octubre del año pasado siguen en Gaza, incluidos los cadáveres de al menos 34 personas que murieron en cautiverio.
La declaración del ultraortodoxo Deri es significativa, porque hasta ahora no se había pronunciado de manera tan enfática sobre el tema. Esto puede suponer un contrapeso eficaz contra los integrantes más extremistas del gabinete de Netanyahu, el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, y el de Finanzas, Bezalel Smotrich.
Otro actor que está jugando fuerte para que haya una tregua es Estados Unidos, y en ese sentido la cadena qatarí Al Jazeera informó que el miércoles el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, le dijo en una conversación a su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, que “ahora” sí existe la posibilidad de llegar a un acuerdo.
Además, la agencia Reuters informó que este jueves el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, se reunió con Netanyahu y varios funcionarios en Jerusalén. El representante de la Casa Blanca dijo que creía que un acuerdo sobre un alto el fuego en Gaza y la liberación de rehenes podría estar cerca, porque existen señales claras de ambas partes.
Sullivan agregó que luego de dejar Israel viajaría a Qatar y Egipto para avanzar en los esfuerzos que permitirían “traer a esos rehenes a casa” y aumentar de manera significativa la “asistencia humanitaria” en Gaza, donde el hambre está extendida prácticamente en todo el territorio, algo que se suma a la limpieza étnica que están perpetrando los israelíes en el extremo norte del enclave.
Por otra parte, en la conferencia de prensa que ofreció en Tel Aviv, el funcionario de la administración que lidera Joe Biden descartó las suposiciones de que Netanyahu estuviera esperando a que Donald Trump asumiera el cargo el 20 de enero antes de aceptar un acuerdo.
“No, no entiendo esa sensación. El primer ministro me dio la sensación de que está dispuesto a llegar a un acuerdo”, dijo Sullivan, quien agregó: “Mi objetivo será ponernos en condiciones de cerrar este acuerdo este mes”.
“No puedo hacerles promesas ni predicciones, pero no estaría aquí hoy si pensara que esto sólo esperaría hasta después del 20 de enero”, concluyó Sullivan.