La Justicia oficializó la imputación del expresidente Alberto Fernández por violencia de género. A la denuncia, presentada el martes por su expareja Fabiola Yáñez, se agregaron fotos, que fueron divulgadas por la prensa argentina, en las que se la ve con un ojo morado y con un gran hematoma en un brazo.

También se publicaron chats que forman parte de las pruebas presentadas junto con la denuncia. En uno de esos intercambios, publicado por Infobae, Yáñez le escribe a Fernández: “Esto no funciona así. Todo el tiempo me golpeás. Es insólito. No puedo dejar que me hagas esto cuando yo no te hice nada. Y todo lo que trato de hacer con la mente centrada es defenderte y vos me golpeás físicamente. No hay explicación”.

“Venís golpeándome tres días seguidos”, agrega Yáñez, a lo que Fernández responde: “Me cuesta respirar. Por favor pará. Me siento muy mal”. “Y cuando me zamarreaste de los brazos me dejaste moretones. Esto es cuando me zamarreaste”, agrega Yáñez, junto a una foto.

La noticia generó reacciones de repudio de dirigentes políticos, entre ellos la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Alberto Fernández no fue un buen presidente. Tampoco lo fueron Mauricio Macri o Fernando de la Rúa, sólo por mencionar a los que desempeñaron su mandato en lo que va del siglo XXI”, afirmó. “Pero las imágenes que vimos ayer por la noche transmitidas por los medios de comunicación en virtual cadena nacional, en lo que constituye una verdadera revictimización de la denunciante, son otra cosa”, dijo en un comunicado difundido en X.

“Las fotos de la Sra. Fabiola Yáñez con hematomas en su cuerpo y rostro junto a los chats publicados que revelan el diálogo entre ella y el expresidente no sólo muestran la golpiza recibida, sino que delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana”, afirmó la expresidenta. “Permiten comprobar, una vez más y dramáticamente, la situación de la mujer en cualquier relación, se desarrolle esta en un palacio o en una choza”, agregó.

“La misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos”, dijo la expresidenta.

Agregó que ella misma ha sido objeto de “las peores violencias verbales y políticas, hasta la máxima experiencia de violencia física, como fue el intento de asesinato” que sufrió el 1º de setiembre de 2022. La dirigente transmitió su “solidaridad con todas las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia” y recordó las palabras que le dijo el papa Francisco después del intento de asesinato: “Toda violencia física siempre es precedida de violencia verbal”.

Otro dirigente kirchnerista, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, manifestó que “todos estamos muy shockeados por esta situación”, que la denuncia es “gravísima” y que espera que la Justicia actúe con rapidez.

El caso tuvo también otras repercusiones en el actual oficialismo, que desmanteló la mayoría de la estructura estatal destinada a políticas de género y prevención de la violencia contra las mujeres. El vocero del presidente Javier Milei, Manuel Adorni, cuestionó “tanta propaganda y tantos millones de dólares que hemos gastado todos los argentinos en políticas de género, que parecía que eran fundamentales y necesarias para que este tipo de cuestiones no ocurran”.

“La Justicia debe seguir adelante con la investigación. Si el doctor Fernández es culpable deberá pagar por lo que hizo. Apelamos a que la Justicia investigue”, agregó Adorni.

El caso llegó a la Justicia de manera indirecta. El juez Julián Ercolini, que investiga un caso acerca de seguros del Banco Nación que involucra a Alberto Fernández, encontró pruebas de violencia de género en el celular incautado a quien era la secretaria del expresidente, María Cantero.

Ante esos indicios, Ercolini se comunicó con Yáñez, que reside en España y que inicialmente le dijo que no presentaría una denuncia. Sin embargo, después cambió de opinión y se contactó con el abogado Juan Pablo Fioribello. “No aguanto más esta situación y lo acabo de denunciar”, le dijo, según informó Fioribello a la prensa.

Este viernes, Yáñez optó por cambiar de abogado, ya que Fioribello está a cargo de una causa abierta contra el expresidente y ella por violar normas dispuestas por la pandemia de covid-19, y nombró como su representante legal a la abogada Mariana Gallego. Por sorteo, el caso quedó en manos de Ercolini.

Al presentar su denuncia, Yáñez declaró por videollamada desde Madrid ante el juez y dijo que además de la violencia física que había padecido estaba sufriendo abusos psicológicos por parte de Fernández, y que por eso había decidido iniciar acciones legales.

Ercolini dispuso medidas de restricción para impedir que el expresidente se acerque a su expareja a menos de 500 metros o se contacte con ella por medios electrónicos o por cualquier otra vía hasta que se disponga lo contrario. El juez también solicitó que el Ministerio de Seguridad reforzara la custodia que ya tenía Yáñez por el cargo que ocupó quien fue su expareja y padre de su hijo.