Este jueves se celebran los 115 años de los levantamientos simultáneos impulsados por Francisco Madero que dieron origen a la Revolución mexicana, conflicto armado que se extendió hasta 1917.

Por ello, como cada año, el ejército mexicano realizará un desfile cuyo recorrido es inmutable: comienza en el emblemático Zócalo y recorre casi diez kilómetros hasta llegar al Campo Militar Marte, situado en la Colonia Polanco de la capital.

Pero en la noche del martes, a través de la publicación de un video en sus redes sociales, la Secretaría de la Defensa Nacional comunicó que la ruta del desfile cívico-militar se modificaría, indicando que se haría desde el Zócalo hasta el Monumento a la Revolución, un recorrido que no llega ni siquiera a los tres kilómetros.

La razón de este cambio fue que, para el mismo día y hora del desfile, la Generación Z mexicana convocó a una segunda marcha, luego de la que realizaron el sábado en el centro de la ciudad, que comenzó con unos episodios de vandalismo que derivaron en graves y extensos enfrentamientos con la Policía, que se llevó la peor parte, ya que alrededor de 100 de ellos resultaron heridos, lo mismo que les sucedió a 20 civiles.

Cinco personas siguen detenidas por los episodios, que generaron críticas de parte de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien condenó el accionar violento de una parte de este grupo.

Además, la mandataria izquierdista le solicitó a la fiscal de Ciudad de México, Bertha Alcalde Luján, que investigue a quienes derribaron vallas situadas en el entorno del Palacio Nacional, la sede del Ejecutivo mexicano, y causaron destrozos en el Zócalo y también en la sede de la Suprema Corte de Justicia.

Sheinbaum también dijo respecto al denunciado abuso de las fuerzas de seguridad que, si alguien actuó de manera indebida, debe ser investigado mediante los mecanismos internos de la Policía. “México no reprime a los jóvenes. Al revés: les damos becas, les damos escuelas, trabajo. Abrazamos a los jóvenes. Y si hay alguna legítima y justificada, pues hay que escuchar a los jóvenes. ¿Pero esta violencia? ¿De dónde vino? Pedí a la fiscal de Ciudad de México que es muy importante que se investigue quiénes son estos grupos, ¿por qué esta violencia?, ¿están pagados?”, se preguntó Sheinbaum en un contacto con los medios el fin de semana.

“No vamos a caer en la provocación. Las y los mexicanos no quieren la violencia. Bueno, una supuesta marcha que llama contra la violencia y utiliza la violencia. Entonces no vamos a caer en la provocación. No se debe caer en la provocación”, afirmó la mandataria, de acuerdo a lo que consignó Aristegui Noticias.

Los dichos de Sheinbaum hacen referencia a los convocantes de la marcha, la Generación Z, movimiento que lleva el nombre del grupo denominado así en otros países, particularmente en Nepal, donde lograron la caída del gobierno, pero que en el caso mexicano tiene sus propias peculiaridades.

Una de las consignas más fuertes que motorizaron la primera marcha de la Generación Z del sábado fue el reclamo a las autoridades de seguridad, específicamente después del asesinato del político Carlos Manzo, alcalde de la ciudad de Uruapan, situada en el estado de Michoacán, que fue baleado por un sicario integrante de una banda de narcontraficantes el 1° de noviembre.

Manzo tenía un férreo discurso contra las organizaciones de narcotraficantes que operaban en su región, defendiendo medidas duras para enfrentarlos, algo que en su momento generó que polemizara públicamente con las políticas de seguridad al respecto de la presidenta Sheinbaum.

Pero en este contexto de llamado a la no violencia, esta no faltó en la movilización sabatina impulsada por un pequeño grupo de manifestantes, particularmente del “bloque negro”, por estar sus componentes vestidos íntegramente con prendas de ese color, para dificultar su identificación.

Además, dentro de los muchos que salieron a protestar el sábado –en Ciudad de México se estima que fueron alrededor de 15.000, y también hubo marchas en otras partes del país– no todos eran integrantes de la Generación Z, cohorte demográfica que agrupa, grosso modo, a los nacidos entre los años finales del siglo pasado y los primeros de este con aquellos que lo hicieron entre finales de la década del 2000 o principios de la de 2010.

En ese sentido, la presidenta del partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Luisa María Alcalde Luján, hermana de la fiscal general de la capital, puso en duda la verdadera naturaleza de la protesta, que terminó con incidentes, replicados por la prensa local e internacional y en redes sociales.

En un video que publicó, Alcalde afirmó que la protesta de la Generación Z fue en realidad impulsada por figuras recurrentes de la oposición, y que la presencia juvenil fue secundaria y poco representativa, a pesar de la narrativa en ese sentido promovida en las redes. Según dijo la dirigente, quienes se movilizaron el sábado “de jóvenes no tienen absolutamente nada, pero de opositores todo, porque siempre han estado en contra de nosotros”.

La líder del partido de gobierno enfatizó además que “en redes sociales magnificaron y hubo millones de bots”, sugiriendo una protesta multitudinaria que en realidad no fue tal. Alcalde, según informó Infobae, también advirtió sobre la supuesta injerencia de la “derecha internacional” en la organización de la marcha, y aseguró que consultores que trabajaron con Javier Milei en Argentina y Jair Bolsonaro en Brasil participaron en la estrategia de la protesta mexicana.

Según la presidenta de Morena, las protestas del sábado en Ciudad de México no tuvieron éxito, porque “se toparon con una pared, porque, a diferencia de aquellos países, aquí no hay un desencanto social”.

En las últimas horas, Sheinbaum rebajó tensiones, al tiempo que evocó los tiempos en que ella misma se manifestaba en las calles como integrante del movimiento estudiantil. “No se rompía ni un vidrio, no se pintaba un solo monumento”, dijo, criticando con dureza a quienes intentaron ingresar por la fuerza en el Palacio Nacional.

Ante una pregunta de un periodista sobre la marcha del jueves y la eventualidad de nuevos incidentes, Sheinbaum dijo “vamos a ver”, pidiendo no adelantarse ante la incertidumbre de lo que pueda pasar. Lo que sí pidió la presidenta fue “tener respeto” para el Ejército, que desfilará en honor al 115° aniversario de la Revolución mexicana.

“El 20 de noviembre va a ser el desfile, como siempre se hace, y hay que tener respeto por lo que representa el Ejército mexicano”, dijo Sheinbaum. “Por eso nosotros siempre hemos luchado pacíficamente, porque las guerras dejan mucho dolor, la violencia deja mucho dolor. Cualquier manifestación que se haga en nuestro país debe ser pacífica; nadie quiere la violencia”, concluyó.