“Bahía Blanca ha sido nuevamente azotada por una catástrofe natural”, dijo en su cuenta de X el intendente de esa ciudad argentina, el kirchnerista Federico Susbielles. “Gran parte de la ciudad se encuentra bajo agua, luego de siete horas de lluvia torrencial ininterrumpida”, afirmó.

Susbielles agregó que ante la situación “crítica” se estaba trabajando con funcionarios de la provincia de Buenos Aires y del gobierno argentino para asistir y rescatar a los afectados.

El intendente había confirmado la muerte de seis personas, advirtió que no se descarta que haya más fallecidos, e informó sobre cientos de evacuados: 275 en Bahía Blanca y cerca de 800 en la localidad de Cerri. Este sábado la cifra de muertos aumentó a 12.

“El desborde del canal Maldonado y del arroyo Napostá han dejado a gran parte de la ciudad bajo agua, en especial la zona baja, que se encuentra más comprometida al ser imposible acceder” por vía terrestre, informó el gobierno local.

A su vez, el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, comunicó que su administración envió lanchas y botes, además de camiones, camionetas y helicópteros para las tareas de rescate y asistencia. También fueron enviadas ambulancias y una unidad de terapia intensiva móvil.

La inundación afectó un hospital público de la zona, que debió evacuar el área de neonatología. También se cortó la electricidad en forma preventiva en la zona y se suspendieron las clases y el transporte público.

El gobierno nacional comunicó que envió efectivos de Prefectura, Gendarmería y una fuerza de la Policía Federal especializada en rescates. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, manifestó: “Estoy al frente del operativo en coordinación con la provincia de Buenos Aires y Bahía Blanca”.

Mientras tanto, el Servicio Meteorológico Nacional argentino renovó la alerta por tormentas fuertes, con granizo y viento para varias provincias.