El número de muertos por el terremoto que sacudió Birmania el pasado viernes ya supera los 2.000 y se espera que continúe creciendo a medida que los rescatistas avanzan hacia las regiones más remotas del país, que es gobernado por una junta militar desde 2021.

El temblor de magnitud 7,7 se registró a las 12.50 del viernes, hora local de Birmania, a una profundidad de diez kilómetros y su epicentro se situó a unos 17 kilómetros de la ciudad birmana de Mandalay. Minutos después, hubo una réplica de magnitud 6,4. El sismo repercutió en la vecina capital tailandesa, Bangkok, donde colapsó un rascacielos en construcción, y en provincias del suroeste chino.

Las imágenes de los daños causados en las ciudades birmanas tardaron en llegar, al tiempo que el acceso a la información y las tareas de rescate se han complejizado producto de la guerra civil en la que está sumida el país. En Mandalay el terremoto dañó carreteras, el aeropuerto y derribó cientos de edificios, incluidos monasterios budistas y mezquitas, informó AP.

Birmania se encuentra bajo estado de excepción desde el golpe de Estado de 2021, que derrocó al presidente Win Myint y a la consejera de Estado Aung San Suu Kyi e instauró el gobierno de facto. Al régimen se enfrentan diversas milicias que reclaman un gobierno democrático, y las cifras de civiles asesinados por el conflicto superan los 6.000. Además, hay 3,3 millones de desplazados y, antes del terremoto, 18,6 millones de personas ya necesitaban ayuda humanitaria.

“En realidad, en este momento no tenemos clara la magnitud de la destrucción”, dijo a AP Lauren Ellery, subdirectora de programas en Myanmar para el Comité Internacional de Rescate, y agregó que, en una ciudad cercana a Mandalay, “se informó que el 80% de los edificios se habían derrumbado, pero no estaba en las noticias porque las telecomunicaciones han sido lentas”.

El viernes, el general superior de la junta militar, Min Aung Hlaing, solicitó ayuda a la comunidad internacional, y los primeros suministros de asistencia y equipos de búsqueda ya llegaron al país asiático, según DW.

La Organización Mundial de la Salud dio cuenta de tres hospitales destruidos y 22 parcialmente dañados en la región.

Edificio colapsado por el terremoto, en Bangkok, Tailandia.

Edificio colapsado por el terremoto, en Bangkok, Tailandia.

Foto: Lillian Suwanrumpha / AFP