En una conferencia de prensa que dio el martes en Brasilia, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva volvió a calificar de “genocidio” la ofensiva militar de las fuerzas israelíes sobre la Franja de Gaza y declaró que el gobierno de Benjamin Netanyahu debe “dejar de victimizarse”, en referencia a las acusaciones de antisemitismo cuando alguien se muestra crítico con las acciones mandatadas por el Ejecutivo de Israel.
El lunes, la embajada de Israel en Brasil emitió un comunicado en el que, sin mencionar a Lula, alegó que las autoridades internacionales “compran mentiras” de Hamas. Estas falsedades, según la representación, “están perjudicando a israelíes y judíos en Brasil y en todo el mundo”.
En otro punto del documento, la embajada afirma que Hamas difunde noticias falsas para “alimentar el antisemitismo en el mundo”. “¿Están diciendo que esto es antisemitismo? Deben dejar de victimizarse”, dijo Lula, que agregó: “Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza es un genocidio, la matanza de mujeres y niños que no participan en la guerra. Es la decisión de un gobierno que ni siquiera el pueblo judío quiere”, informó la revista Carta Capital.
El lunes, pocas horas antes de la comunicación difundida por la embajada israelí, Lula había dicho sobre lo que está pasando en Gaza: “Esta guerra es una venganza de un gobierno contra la posibilidad de creación del Estado palestino”. “Detrás de la masacre en nombre de la búsqueda de Hamas, lo que existe en realidad es la idea de asumir el control y ser dueño del territorio de Gaza”, expresó el mandatario brasileño.
“No se trata de una guerra entre dos ejércitos equipados. Lo que vemos es un ejército altamente especializado atacando a mujeres y niños. Eso no es una guerra. Es un genocidio”, dijo Lula, según citó la estatal Agência Brasil.
El martes, durante la conferencia de prensa, Lula dijo que un presidente de la República no le debe responder a una embajada y reiteró que no considera aceptable que un ejército, “con el pretexto de estar buscando a alguien, mate a mujeres y niños”.
“Es por lo que el pueblo judío ha sufrido a lo largo de su historia que el gobierno de Israel debería tener sentido común y humanidad al tratar con el pueblo palestino”, prosiguió Lula, uno de los líderes mundiales que vienen expresando de una manera clara su visión sobre lo que está pasando en Gaza. “Se comportan como si el pueblo palestino fuera un ciudadano de segunda clase, pero sólo habrá paz cuando seamos conscientes de que los palestinos tienen derecho a su Estado”, concluyó Lula.
Este martes los ataques israelíes sobre el territorio palestino prosiguieron, tal como viene ocurriendo de manera continuada desde hace largas semanas, cuando Israel rompió de manera unilateral la tregua que se había acordado con Hamas.
Autoridades sanitarias de Gaza, que responden a la milicia islamista Hamas, informaron que al menos 27 personas habían sido asesinadas cerca de un centro de distribución de ayuda humanitaria en el sur del enclave. Desde que comenzó el actual conflicto, el 7 de octubre de 2023, con el ataque de Hamas sobre Israel en el que fueron asesinadas 1.218 personas, en su mayoría civiles, cerca de 55.000 personas fueron asesinadas en Gaza bajo el fuego israelí. Además, en Gaza aún permanecen cautivos 57 rehenes, de los cuales 21 se presume que todavía están vivos.
Lula en Francia
Este martes, poco después de la conferencia en la que habló sobre la situación en la Franja de Gaza, Lula partió hacia Francia, donde permanecerá hasta el domingo. El itinerario incluye reuniones de alto nivel con Emmanuel Macron y la firma de varios instrumentos de cooperación bilateral.
Las conversaciones entre ambos presidentes abordarán temas bilaterales y la situación internacional. Entre los temas prioritarios se encuentran las tensiones comerciales con Estados Unidos, los conflictos en Gaza y Ucrania, y la reestructuración de la gobernanza global.
El viaje, sin embargo, tiene un contexto complejo: el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. Para Lula, la entrada en vigor de este acuerdo representa uno de los principales objetivos de su política exterior. Para Macron, en cambio, líder de la segunda mayor economía europea después de la alemana, el acuerdo entre los bloques presenta riesgos que los franceses no parecen dispuestos a aceptar.
El acuerdo se firmó a fines del año pasado, pero todavía no fue ratificado por el Parlamento Europeo ni por las legislaturas nacionales de los países involucrados.
Tras la conclusión de las negociaciones, el gobierno francés reaccionó enérgicamente, calificando la versión aprobada de “inaceptable”, básicamente por la enorme presión que ejercen sobre el gobierno los agricultores franceses, temerosos de la competencia de los productos sudamericanos.