Un día después de que se anunciara el acuerdo arancelario entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, que se cerró el domingo en Escocia en una reunión entre el mandatario norteamericano, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, numerosos gobiernos se expresaron sobre el tema, aunque ninguno de manera positiva.
El primer ministro francés, François Bayrou, afirmó que la UE había cedido ante las amenazas de Trump de imponer aranceles cada vez más altos, y calificó el acuerdo marco alcanzado el domingo como un “día oscuro” para el bloque comunitario. “Es un día oscuro cuando una alianza de pueblos libres, unidos para afirmar sus valores comunes y defender sus intereses comunes, se resigna a la sumisión”, expresó Bayrou este lunes en su cuenta de X.
El acuerdo marco se aplicará al 70% de los productos europeos que ingresen en el mercado estadounidense. El arancel base del 15% es la tarifa máxima que no podrá agregarse a ninguna otra existente, informó el portal France24. Además, Washington deberá anunciar en las próximas semanas el resultado de sus análisis comerciales y decidir las tarifas para los sectores estudiados, entre los que no se contarán los ya incluidos en el acuerdo.
Las negociaciones sobre las tarifas para el 30% restante de las áreas y sectores se mantendrán abiertas a nuevas decisiones. En el acuerdo no se establecieron aranceles para el vino y otras bebidas alcohólicas, un punto que generó duras disputas entre las partes durante las negociaciones, que se extendieron durante cuatro meses.
Estados Unidos y la UE también acordaron aranceles “cero por cero” en sectores estratégicos, como la aeronáutica y sus componentes, algunos productos químicos y agrícolas, ciertos medicamentos genéricos, recursos naturales y materias primas críticas.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, dijo este lunes durante una conferencia de prensa en Madrid que valora el “esfuerzo” de la Comisión Europea y la “actitud constructiva y negociadora” de Von der Leyen, pero no mostró alegría por lo conseguido. “En todo caso respaldo ese acuerdo comercial, pero lo hago sin ningún entusiasmo”, recalcó Sánchez.
Por su parte, el canciller alemán, Friedrich Merz, calificó como positivo que Europa y Estados Unidos llegaran “a un consenso”, pero porque logró evitar una guerra comercial, que habría impactado de manera muy dura en la economía del país. “Este acuerdo consiguió evitar un conflicto comercial que habría afectado duramente a la economía alemana, orientada a la exportación. Esto se aplica en particular a la industria automovilística, donde los aranceles actuales del 27,5% se reducirán casi a la mitad, hasta el 15%”, expresó el líder germano.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se mostró cautelosa respecto al fin de las negociaciones. “Considero positivo que haya un acuerdo, pero si no veo los detalles no puedo juzgarlo de la mejor manera”. También sostuvo que la base del 15%, si incluye la base anterior de los aranceles, que era de un 4,8% de media, es “sostenible”, aunque insistió en que “habrá que estudiar los detalles” del texto.
“Habrá que seguir trabajando en él [en el acuerdo], porque el que se firmó ayer es un acuerdo marco, jurídicamente no vinculante, por lo que aún hay que profundizar en los detalles, como son las posibles exenciones, especialmente en algunos productos agrícolas”, aseguró Meloni.
En declaraciones que dio a la prensa este lunes, el primer ministro belga, Bart De Wever, resumió básicamente la situación en la que quedó Europa. “Una cosa está clara: este es un momento de alivio, pero no de celebración”. Los aranceles aumentarán en varias áreas y algunas cuestiones clave siguen sin resolverse”, expresó el mandatario.