Más de 800 personas murieron y al menos 2.800 resultaron heridas tras un terremoto de magnitud 6,0 en la escala Richter –y una profundidad de 10 kilómetros– que sacudió el este de Afganistán en la noche del domingo. Se espera que el número de víctimas aumente a medida que avance el trabajo de los rescatistas.

El epicentro se ubicó cerca de Jalalabad, aunque los principales daños se registraron en la provincia de Kunar, al norte de esa ciudad, en la frontera con Pakistán. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registró cinco réplicas en la región, la más fuerte de magnitud 5,2, que se sintieron incluso en zonas urbanas de Pakistán, aunque sin causar daños importantes ni heridos.

La tarea de los rescatistas se ha vuelto más compleja al intentar llegar a aldeas ubicadas en valles aislados y de difícil acceso por carretera. Equipos de rescate militares fueron desplegados en la región, realizando 40 vuelos en los que se transportó a 420 personas entre heridos y fallecidos, informó la agencia Reuters.

Zabiullah Mujahid, principal portavoz de los talibanes –que gobiernan de facto el país desde 2021– declaró en una conferencia de prensa desde Kabul que, sólo en Kunar, murieron 800 personas y otras 2.500 resultaron heridas.

Por su parte, Sharafat Zaman, portavoz del Ministerio de Salud en Kabul, solicitó ayuda internacional ante la magnitud de los daños. “Lo necesitamos porque aquí mucha gente perdió la vida y sus casas”, dijo a Reuters. Hasta ahora, según declaró a The New York Times el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de los talibanes, Hafiz Zia Ahmad Takal, Irán, India, Japón y la Unión Europea se comprometieron a apoyar a las víctimas del terremoto.

Es el tercer sismo mortal en Afganistán desde que los talibanes tomaron el poder. En 2022, más de 1.000 personas murieron debido a un terremoto de magnitud similar, 6,1.

Actualmente, Pakistán tiene en marcha el Plan de Repatriación de Extranjeros Ilegales, por el cual refugiados afganos con tarjetas de prueba de registro –emitidas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur)– comenzaron a ser repatriados. Este lunes vencía el plazo dado por el Gobierno de Pakistán para que abandonaran el país.