La iniciativa que tuvo el gobierno de Uruguay de llegar a un acuerdo bilateral con China motivó múltiples opiniones de distintas fuentes, que en general trataban de evaluar las ventajas o los inconvenientes que podría acarrear. Pocas fueron las que advertían que no se “negociaría” ese tratado sino que, en caso de ocurrir, consistiría en un “firme aquí” dispuesto por el gigante asiático.

En términos de población, nuestro país es menos de 0,02% de China. Y en el desarrollo de sus capacidades productivas, dado que China llegó a equiparar (aproximadamente) a Estados Unidos, la comparación probablemente nos deja peor colocados.

China sigue siendo muy poco estudiada en Occidente. Se aduce que su gobierno de partido único oculta información, lo que es cierto (claro que no se agrega que Estados Unidos ocultó que la CIA proyectó secuestrar y asesinar a Julian Assange), y tampoco se agrega que la información que circula en Occidente sobre China subraya el autoritarismo político allí imperante, sin destacar que en medio siglo sacó al país del medioevo y lo convirtió en potencia mundial.

China sigue siendo muy poco estudiada en Occidente. Se aduce que su gobierno de partido único oculta información, lo que es cierto (claro que no se agrega que Estados Unidos ocultó que la CIA proyectó secuestrar y asesinar a Assange).

Las ciencias sociales son más frágiles que las llamadas ciencias exactas y las naturales porque su objeto es la conflictiva realidad social, que, desde luego, está influida por el entorno de otras sociedades, condicionada por el sistema productivo imperante (competitivo o solidario), y porque las ciencias sociales se fueron fragmentando y en realidad deberían ser perfeccionadas en su conjunto.

Las ciencias sociales, además, deben considerar la historia de cada sociedad y la de la humanidad. Porque en China subsiste la pena de muerte, pero lo mismo sucede en cuatro de los estados de Estados Unidos. En China se impuso el hijo único (ahora superado) y eso implicaba una restricción de derechos, pero se adoptó esta decisión en un momento de tremenda escasez de alimentos.

Para avanzar en el conocimiento de lo social humano hay que juntar economía, política, historia, etcétera, y además seguir ajustando el lenguaje que se utilice, puesto que este también avanza con el conocimiento de lo social.