En Uruguay, el proceso reproductivo ha sido afectado por la pansindemia, sobre todo en las mujeres provenientes de los sectores más vulnerados en sus derechos, producto de la inequidad que tercamente persiste.

Con respecto al impacto en el número de nacimientos, el 21 de febrero, el matutino El País presentó datos a nivel nacional. Estos reportan 35.866 nacimientos, con una baja de la natalidad en 2020 de 1.600 nacientes (algo así como un deceso de 4,3%) que mantiene la tendencia decreciente al respecto. Esto no es así en los sectores más desfavorecidos, que atendemos diariamente en nuestra maternidad del Centro Hospitalario Pereira Rossell, donde nace 16,4% de todos los uruguayos y uruguayas. La tendencia a la disminución de la natalidad viene muy marcada desde 2016, con un promedio de 380 nacimientos menos por año. Sin embargo, este descenso se desaceleró notoriamente: fue de sólo 16 nacimientos si comparamos 2019 a 2020.

La pansindemia tuvo un efecto diferencial en el proceso reproductivo a nivel nacional y a nivel público metropolitano, vinculado, claro está, a los dos patrones de crecimiento demográfico según los quintiles de ingreso y nivel educativo. Habrá que valorar la tasa de natalidad por sectores asistenciales, seguros privados, sector privado y sector público, así como entre Montevideo e interior, para avanzar en la comprensión de este fenómeno. Probablemente, nuestros errores en los servicios de salud sexual y reproductiva puedan estar afectando la situación, por ejemplo, en la provisión de anticoncepción.

Mucho más preocupante es otro dato, ya que a nivel nacional el matutino reporta: “Pero entre tanto debate, la caída de la natalidad en Uruguay en el último año viene acompañada de buenas noticias: no aumentó el porcentaje de prematuros (sigue en 9,5%) y tampoco el porcentaje de bajo peso al nacer (7,9%)”. Lamentablemente, esta tampoco es la situación en las mujeres del área metropolitana más vulneradas que atendemos diariamente en la maternidad del Pereira Rossell, donde, a pesar de la calidad y seguridad de atención que los equipos multidisciplinarios brindan, no se pueden cambiar situaciones sociales que determinan tanto la prematurez como las restricciones de crecimiento de los bebés. Así, la prematurez se ha incrementado de 12,2% en 2019 a 13,5% en 2020; este último guarismo es el más alto del último quinquenio. Las restricciones de crecimiento intrauterino de los bebés se incrementaron de 337 casos en 2019 a 384 en 2020.

Nuestro grupo de la Clínica Ginecotocológica A, de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, ha documentado recientemente1 un incremento de la prematurez y la restricción de crecimiento de los bebés en los primeros seis meses de la emergencia sanitaria en comparación con 2019, el año inmediatamente anterior. Razonablemente reportamos que es una serie compleja de condiciones socioeconómicas, ambientales y psicosociales muy adversas en esta población de embarazadas más vulneradas en sus derechos la que impactó de manera híper aguda en la población, generando lo que hemos denominado hace algunos años “entorno materno desfavorable” en el proceso reproductivo. De hecho, esta situación sería de las primeras evidencias empíricas de este modelo planteado.2

Estos dos grandes problemas perinatales, la prematurez y la restricción de crecimiento fetal, se relacionan también estrechamente con la hipótesis de la transmisión transgeneracional de las enfermedades crónicas en los contextos de pobreza,3 lo cual le confiere una importancia mucho más allá del proceso del embarazo, nacimiento y primera infancia. De hecho, hoy se sabe que por mecanismos epigenéticos, estos recién nacidos afectados tendrán más riesgo en su vida futura de padecer enfermedades crónicas –diabetes, obesidad, aterosclerosis, infartos, problemas mentales–, mal denominadas “no transmisibles”, ya que en realidad sí son “transmisibles” por el riesgo incremental que existe en el proceso reproductivo en las condiciones de vulneración de derechos, pobreza, violencia e inequidad.

La situación en nuestro país muestra las dos caras del efecto de la pansindemia en el proceso reproductivo de acuerdo a la situación de vulneración de derechos de la población de embarazadas considerada.

Por lo tanto, la situación en nuestro país muestra las dos caras del efecto de la pansindemia en el proceso reproductivo de acuerdo a la situación de vulneración de derechos de la población de embarazadas considerada. De no revertirse esta situación, aumentará el riesgo de enfermedades crónicas socialmente transmisibles que pondrán en jaque al sistema de seguridad social y sanitario en las próximas décadas, ya que sería dable esperar un aumento de los nacimientos en el sector más vulnerado por la crisis económica que se avizora. Por este motivo, es posible que se incremente en nuestro país el peso específico de la reproducción en los sectores más vulnerados, y que estos a su vez tengan más riesgo de padecer enfermedades crónicas, amplificando el impacto, más aún con la tendencia marcada al descenso de la natalidad general reportado antes.

En cualquier caso, desde esta perspectiva, se reafirma que la inversión social en el proceso reproductivo es la de mayor costo-efectividad que podemos tener en términos estratégicos como país. Concomitantemente, estas evidencias indican que las políticas de primera infancia son necesarias pero no suficientes, y que hace falta trabajar desde antes, desde el embarazo y su preparación mediante políticas de mater-paternidad responsable, por lo cual es muy importante reestructurar el programa clave, Uruguay Crece Contigo, como política sanitaria y social de la mujer, las familias, las embarazadas y la primera infancia.

Desde la Facultad de Medicina, el compromiso es con la investigación científica, la difusión, la mejora de la formación profesional y de la asistencia, sobre todo en el primer nivel de atención, la mejora de los mecanismos de referencia y contrarreferencia, y la atención institucional y humanizada del nacimiento. Al respecto, desde la Maternidad Augusto Turenne del Centro Hospitalario Pereira Rossell, el compromiso del equipo multidisciplinario que aquí se desempeña consiste en hacer lo mejor para la atención de nuestras pacientes y sus pequeños, tratando de minimizar los efectos de la pansindemia en el proceso reproductivo mientras se revierten las causas estructurales que llevan a la sindemia global, la pobreza, la inequidad y la vulneración de derechos.

Ningún interés espurio puede alejarnos de la importante tarea que como unidad nacional tenemos por delante. Nuestro compromiso profesional de conciencia es provida y proderechos, ya que el nacimiento y la primera infancia en Uruguay no tienen divisa; el nacimiento y la primera infancia son la divisa.

Leonel Briozzo es profesor titular de la Clínica Ginecotocológica de FMED-Udelar, y jefe del Departamento Maternidad de la Maternidad Augusto Turenne, Centro Hospitalario Pereira Rossell.


  1. Briozzo L Tomasso G Viroga S Nozar F, Bianchi A. Impact of mitigation measures against the COVID 19 pandemic on the perinatal results of the reference maternity hospital in Uruguay. J Matern Fetal Neonatal Med. 2021 Jan 17:1-3. doi: 10.1080/14767058.2021.1874911. Epub ahead of print. PMID: 33455516. 

  2. Briozzo, Leonel y Viroga, Stephanie. Abordaje obstétrico integral de la prematurez y restricción del crecimiento fetal y su relación con las enfermedades crónicas del adulto. Rev. Méd. Urug. [online]. 2020, vol.36, n.1 [citado 2021-02-18], pp.216-234. Disponible en: . Epub 01-Mar-2020. ISSN 0303-3295. http://dx.doi.org/10.29193/rmu.36.1.9. 

  3. Briozzo, Leonel; Coppola, Francisco; Gesuele, Juan Pablo; Tomasso, Giselle. Restricción de crecimiento fetal, epigenética y transmisión transgeneracional de las enfermedades. crónicas y la pobreza. Horizonte Médico, vol. 13, núm. 4, octubre-diciembre, 2013, pp. 45-53. Universidad de San Martín de Porres.