El instrumento de la portabilidad numérica que se someterá a votación el domingo es una política del gobierno que, en conjunto con otras, forma un combo más peligroso para Antel que si se la mira individualmente. Las otras decisiones que van en el mismo sentido se refieren a las reducciones en los precios de interconexión en la telefonía móvil establecidos durante la presente administración. En mayo de 2021, la Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicación (Ursec) fijó un precio que implicó una caída desde 2,20 pesos por minuto o fracción (más impuestos) a 0,88 pesos, una reducción de 60%. La Ursec intervino, a pedido de Claro, luego de infructuosas negociaciones de dicha empresa con los demás operadores.

Estos son los precios que las compañías (Antel, Claro y Movistar) deben pagarse entre sí cuando uno de sus usuarios llama a un teléfono de otra empresa. Las llamadas entre distintas compañías implican un gasto de recursos para ambas redes y la empresa de la llamada saliente (que le cobra a su cliente por este servicio) debe compensar a la receptora.

La decisión, solicitada a la reguladora por la empresa minoritaria Claro (que también solicitó la portabilidad numérica) perjudica directamente a Antel porque es la que recauda más ingresos por este concepto. Es la empresa más grande y, por lo tanto, la que recibe más llamadas de usuarios ajenos, de tal manera que recauda más por este concepto. La medida beneficia a las empresas más pequeñas, como Claro.

Pero estas medidas, tomadas durante 2020 y 2021, perjudican a Antel de manera indirecta gracias a la portabilidad numérica, al aumentar su impacto negativo en la empresa líder.

Ante la reducción de los precios de interconexión, las empresas pueden ofrecer planes más atractivos a los usuarios con más minutos gratis a otras compañías. Esto no beneficia de igual modo a todas las empresas, porque las que tienen menos usuarios en su red usan estas ofertas de forma más intensa.

En el mercado de la telefonía móvil operan los efectos de red; es decir, los usuarios se benefician por la masa de clientes de su misma compañía.

Es más beneficioso para un consumidor unirse a una empresa que tiene muchos usuarios, especialmente entre sus contactos más cercanos. Esto se debe a que las empresas ofrecen facilidades para llamar a números de su compañía como minutos a menor precio, minutos gratis por mes o “números gratis”, porque estas llamadas dentro de su red tienen menor costo y facilitan la generación de redes de varios clientes (por ejemplo, el hecho de que un núcleo familiar o una empresa decida en conjunto unirse a una empresa).

Por lo tanto, los efectos de red constituyen uno de los incentivos que tienen los clientes de Antel, la más grande, para permanecer en la compañía.

Antes de la implementación de estas políticas de portabilidad numérica y de reducción de los precios de interconexión, frente a las ofertas de las empresas más pequeñas para atraer clientes de las más grandes los usuarios tenían que sopesar varios elementos. Uno de ellos era la pérdida del número de teléfono (ahora es posible mantenerlo con la portabilidad numérica). Pero también el consumidor tenía que tomar en cuenta el hecho de que las llamadas a los usuarios de otras compañías le iban a resultar más caras. Por ejemplo, en el caso de que se cambie de Antel a Claro, el usuario va a perder los beneficios de llamar a contactos Antel, como los números gratis.

El instrumento de la portabilidad numérica que se someterá a votación el domingo es una política del gobierno que, en conjunto con otras, forma un combo más peligroso para Antel que si se la mira individualmente.

La reducción de los precios de interconexión resuelta por la Ursec altera esta situación. Ahora las empresas que quieran captar clientes de la más grande pueden ofrecerles a los nuevos clientes ventajosos planes con llamadas a clientes de otras empresas a menores precios.

Con estas resoluciones se perforan los efectos de red que benefician a los miembros de las redes más grandes. A la hora de dejar Antel, ya no va a pesar tanto el hecho de perder los números gratis y demás beneficios similares. Los competidores menores, Movistar y, en particular, Claro, tienen la posibilidad de ofrecer beneficios para llamar a números de Antel.1

De hecho, Antel estuvo en contra de la reducción de los precios de interconexión y presentó recursos administrativos para reverlos.

Según la reglamentación, la Ursec debe determinar los precios teniendo en cuenta los costos de las empresas, aunque cada empresa debe presentar su propio estudio de costos, con información con la que el regulador no cuenta.

En base a estos estudios, la Ursec hizo un promedio, criterio más que discutible desde el punto de vista técnico. Esto implicó que el precio final estuviese por encima de los costos presentados por dos de las tres empresas (Antel y Movistar), ya que Claro había presentado unos costos muy por debajo de los de sus competidoras.

Puede objetarse que este precio de interconexión de llamadas móviles no es relevante en el mercado actual, ya que el principal atractivo para los usuarios de telefonía móvil son los datos. Sin embargo, cabe señalar que esta medida surge a pedido de la empresa minoritaria, se toma luego de un largo período de negociación y que finalmente Antel presentó recursos en contra que fueron desestimados. Además, las llamadas gratis son todavía un dato relevante para los consumidores que recurren a ellas frente a la restricción en los datos móviles.

La pregunta que queda por responder es cuánto impacta esto en el bienestar de los consumidores. Como ya se discutió para la portabilidad numérica, por más que esta reducción de precios termine llegando al consumidor, los riesgos de debilitar a la empresa líder y dinamizadora de la inversión en tecnología en la economía son grandes.

Rodrigo Gorga es economista, asesor del director del Frente Amplio en la Ursec.


  1. Incluso es posible que las empresas minoritarias hayan empezado con promociones con llamadas gratis a teléfonos de otras compañías antes, en cuyo caso frente a esta nueva situación lo que estarían haciendo es compensar pérdidas del pasado.