El sistemático trabajo realizado por la Coordinadora por Palestina, luego de un tiempo, llevó el jueves 9 de octubre a la máxima movilización de nuestro pueblo sobre este tema y a una de las últimas expresiones internacionalistas más importantes. Recuerdo la primera marcha por Gaza. Éramos pocos. No sé si llegamos a una centena y media. Pero la paciencia, la constancia y la difusión permanente fueron acumulando hasta llegar al 9 de octubre.

Para lograr tal masividad fueron necesarios todos estos factores antes enunciados, más una convocatoria recibida, al fin, del Frente Amplio y una convocatoria enérgica y clara del movimiento sindical, la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua y la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay.

Ricas enseñanzas políticas debemos sacar a los efectos de llegar a las mejores conclusiones para la práctica de las organizaciones de masas, actores claves en los cambios reales que el país y el mundo necesitan, siempre. Fueron al principio un reducido, pero importante, núcleo de activistas y pronunciamientos de algunos sectores políticos de la izquierda, no de todos, los que hicieron posible el primer paso para andar una larga marcha.

Reivindico y felicito a la Coordinadora por Palestina y a todas las organizaciones sociales que una vez más estuvieron a la altura de los acontecimientos. El internacionalismo no ha muerto, está más vivo que nunca.

Sin duda que la tendencia objetiva mundial, con movilizaciones masivas en amplias partes del mundo, también hicieron su parte para contagiar y estimular la idea de que era posible y altamente positivo desde el punto de vista político llegar a desatar una masiva convocatoria en solidaridad con el pueblo palestino.

Otro elemento a destacar, y nada menor, ha sido la multitudinaria concurrencia de jóvenes de entre 18 y 25 años, la mayoría de ellos. Una vez más, las nuevas generaciones demuestran que no es cierto lo que muchas veces se dice, que “no están para nada”. Algún periodista mencionó en Italia que para las nuevas generaciones Gaza es lo que fue Vietnam para las generaciones sesentistas. Seguramente padres o abuelos de estos jóvenes que hoy marcharon.

Reivindico y felicito a la Coordinadora por Palestina y a todas las organizaciones sociales que una vez más estuvieron a la altura de los acontecimientos. El internacionalismo no ha muerto, está más vivo que nunca.

Gustavo González es senador socialista.