Fuera de sección
La aventura de alquilar te puede convertir en corredor de obstáculos; cada valla se salta con paciencia, resignación y hasta bronca. Pagarás de tu bolsillo para terminar con la gotera y dejar de escuchar excusas de la inmobiliaria o del propietario, que retrasan el arreglito con puntualidad patronal. Cuando alquilás dependés, más que de las garantías del Código Civil, de la suerte y voluntad del dueño, de la inmobiliaria o de los dos.