“Hemos tomado todas las medidas necesarias para asegurarnos de que los pobladores de las Falklands estén correctamente protegidos”, dijo el primer ministro británico, Gordon Brown, a Real Radio luego de que el gobierno argentino impulsó una serie de medidas y solicitudes diplomáticas para evitar que el Reino Unido pueda extraer petróleo de las islas que fueron objeto de una guerra entre los dos países, que las reclaman como propias, hace ya casi 30 años, en 1982.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, expuso el martes las razones actuales de su país para este conflicto: “Hay numerosas resoluciones de Naciones Unidas en las cuales se pide y se obliga a ambos países a reanudar las conversaciones para arribar a un acuerdo en materia de soberanía y resoluciones que dicen que ninguna de las partes puede tomar acciones unilaterales”, recogieron los diarios argentinos Página 12 y La Nación.

El gobierno argentino anunció que el canciller Jorge Taiana se reunirá el miércoles con el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, en Nueva York y presentará un reclamo ante la organización por la negativa del Reino Unido a sentarse a negociar sobre la soberanía de las islas. Taiana intentará lograr el apoyo del Grupo de Río, con cuyos cancilleres está reunido desde ayer, informó la agencia de noticias EFE.

Luego de transmitir la “enérgica protesta” de su país al Reino Unido, Fernández cortó por lo sano el martes y firmó un decreto que obliga a “solicitar autorización previa al gobierno argentino” a todos los buques que quieran atravesar “aguas jurisdiccionales argentinas hacia las islas” o cargar mercadería entre los puertos de la Argentina continental y las Malvinas. Desde Londres se restó importancia a la medida. El vocero de la cancillería dijo a la BBC: “Estamos absolutamente claros de que se trata de un asunto legítimo en las aguas de las islas Falklands”.

Respecto de los planes de extracción de petróleo, Brown dijo que las leyes internacionales permiten a las empresas británicas operar en ese lugar, informó la agencia de noticias Reuters. El gobierno británico mantiene además que el mar en torno al archipiélago de las Malvinas está controlado por autoridades de las islas y no rige allí el decreto de Buenos Aires. Ese decreto, señaló EFE, fue calificado de “patético e inútil” por el presidente de la comisión parlamentaria que se ocupa de las Malvinas, Nicholas Winterton.

El diario británico The Sun informó ayer, citando fuentes gubernamentales, que el Reino Unido envió “en secreto” dos buques de guerra a las Malvinas para reforzar su defensa naval, recogió la agencia de noticias Reuters. Pero desde el Ministerio de Defensa británico se negó esta información y se indicó que ya hay en las Malvinas una “fuerza de disuasión” que incluye una “amplia gama de infraestructura militar terrestre, marítima y aérea”, informó BBC. El vocero agregó que “el gobierno está totalmente comprometido con los territorios de ultramar del Atlántico sur, que incluye las islas Falklands”.

Pero el opositor Partido Conservador le exigió al gobierno laborista que refuerce la presencia militar en las Malvinas. “Una de las cosas que fallaron en los años 80 es que los argentinos creyeron que no estábamos realmente comprometidos con [la defensa de] las islas. No debemos cometer el mismo error”, señaló a ese medio británico William Hague, encargado de Relaciones Exteriores de los conservadores.

El embajador de Argentina ante la ONU, Jorge Argüello, dijo a la agencia oficial Télam que desde el Reino Unido “se agita el fantasma bélico”. En Argentina el gobierno cuenta con el apoyo de la oposición al defender que la soberanía de las islas Malvinas continúa en debate. El opositor Alfredo Atanasof, titular de la Comisión de Exteriores de la Cámara de Diputados, señaló que esto es un “nuevo avasallamiento del Reino Unido” y que el camino debe ser el diálogo para reafirmar los derechos argentinos. “Todos los diputados de la comisión coincidimos en la necesidad de que Argentina reafirme sus derechos de soberanía sobre las islas Malvinas”, añadió.

El vicecanciller argentino, Victorio Taccetti, y otros funcionarios de la cancillería fueron invitados por Atanasof a explicar, anoche, ante la comisión parlamentaria, el alcance del nuevo decreto.

Taccetti lamentó que la cuestión de las Malvinas “dificulte el desarrollo de una relación normal” entre ambos países porque el Reino Unido “se ha negado” a llegar a un acuerdo, indicó La Nación. Taccetti dijo que el decreto se propone “dificultar” el abastecimiento necesario en la isla para comenzar con las exploraciones en busca de yacimientos de petróleo que, indicó la agencia de noticias Europa Press, se cree que podrían equivaler, al menos, a 60.000 millones de barriles.