Después de varias semanas de asambleas, debates e intentos de negociaciones, el partido de izquierda radical Candidatura de Unidad Popular (CUP) rechazó definitivamente apoyar una nueva investidura como presidente catalán de Artur Mas, líder de la coalición independentista Juntos por el Sí. Sin los votos de los diez diputados de la CUP, la reelección de Mas es casi imposible.

El consejo político de la CUP definió por mayoría simple su rechazo, después de cinco horas de votación. De 67 personas, 36 votaron en contra de su investidura. Frente a este panorama, Mas tiene hasta el domingo para lograr acuerdos que lo lleven a la presidencia, aunque las opciones son, a esta altura, muy limitadas.

Una posibilidad consistiría en que Juntos por el Sí propusiera a un candidato alternativo a Mas -algo que la CUP, también independentista, sigue reclamando-. “Hemos dicho ‘no’ a quien teníamos que decir que no. Nosotros ya hemos movido ficha y ellos [Juntos por el Sí] no, y esa ficha se llama Artur Mas”, dijo la diputada de la CUP Gabriela Serra después de la reunión de ayer. Sin embargo, Juntos por el Sí se mostró siempre reticente a esta opción, y el propio Mas dijo que él era el “único candidato”. Si Mas no alcanza ningún acuerdo antes del domingo, el Parlamento se disolverá automáticamente y los catalanes serán convocados a nuevas elecciones en marzo. Por ahora, el futuro es incierto. Empieza la cuenta regresiva.