Según los primeros datos emitidos anoche por la autoridad electoral costarricense, el oficialista Carlos Alvarado, de 38 años y representante del Partido Acción Ciudadana (PAC), se impuso con el 60,6% de los votos frente a su rival del Partido Restauración Nacional (PRN), Fabricio Alvarado. La participación en esta segunda ronda fue más alta de la esperada: votó el 67% del padrón electoral.

“En esta elección se está jugando la democracia, la educación, la cultura de este país y, sobre todo, los derechos humanos”. Esaas palabras habían sido pronunciadas la semana pasada por el ex ministro de Educación Leonardo Garnier en un acto de Carlos Alvarado. Así Garnier se refería a lo que ha sido el centro de la campaña electoral: la agenda de derechos.

El rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo, a la despenalización del aborto e incluso a la educación sexual en el sistema educativo, fueron algunas de las principales banderas izadas por el candidato opositor, Fabricio Alvarado, del PRN. Esta agenda pasó a ocupar un lugar central en enero, cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos instó a Costa Rica a legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Este fallo fue utilizado por el candidato, que además de diputado opositor es cantante de música cristiana. El Alvarado oficialista, que finalmente resultó electo, fue ministro de Trabajo y periodista.

En la primera vuelta el evangélico había sido el más votado, con 25% de apoyo, frente al 22% del oficialista.