Datafolha dio a conocer la primera encuesta electoral elaborada después de que se dispuso la detención de Luiz Inácio Lula da Silva. El ex presidente sigue siendo el favorito en las encuestas, aunque con una caída en su intención de voto de 36% a 31%.

Pese a que en los días previos a su encarcelación Lula se mostró públicamente junto a los otros dos candidatos de izquierda –Manuela D’Ávila, del Partido Comunista, y Guilherme Boulos, del Partido Socialismo y Libertad–, quien más se beneficiaría si se impide su candidatura sería Marina Silva, dirigente ecologista, de confesión evangélica y fundadora del movimiento Rede Sustentabilidade. Esta ex ministra de Lula cuenta con una intención de voto de 10% en los escenarios en los que compite el ex presidente. Pero su respaldo trepa a 16% si el Partido de los Trabajadores (PT) no presenta a ningún candidato, y a 15% si este partido concurre a las elecciones con el ex alcalde de San Pablo Fernando Haddad o con el ex ministro y ex gobernador de Bahía Jaques Wagner.

En todos los escenarios en los que Lula no compite, el militar ultraconservador Jair Bolsonaro aparece primero, con 17% de intención de voto, y pasaría a segunda vuelta con Silva. En ese balotaje, ganaría la dirigente de Rede Sustentabilidade, al igual que lo haría Lula ante cualquier candidato, según las mediciones de Datafolha. Si el ex presidente compitiera, el respaldo a Bolsonaro bajaría a 15%.

Según las encuestas, el mayor impacto de una eventual salida de Lula se registró en el aumento del porcentaje de quienes dicen que van a votar en blanco o anulado. Sube de 13% y 14% en los escenarios con Lula a 23% y 24% en aquellos en los que no está, números que superan a los de cualquier candidato. Por otra parte, los precandidatos oficialistas no logran crecimientos significativos en ningún escenario.

Las perspectivas que arroja Datafolha para el PT sin Lula no son buenas. Haddad cuenta con un respaldo de 2% y Wagner de 1%, y los otros candidatos de izquierda, que tuvieron su mayor exposición en los días previos al ingreso a prisión de Lula, no se dispararon. D’Ávila creció de 1% a 2% en casi todos los escenarios, mientras que Boulos, líder del Movimiento de los Trabajadores sin Techo, llegó a 1%. Dentro de la centroizquierda el que más crecería sin Lula, de 6% a 10%, es Ciro Gomes, el candidato del Partido Democrático Laborista, que ha tomado distancia del ex presidente en los últimos meses aunque defiende su inocencia.

Quien sí entró con fuerza en la encuesta de Datafolha es el ex juez Joaquim Barbosa, que se proclamó candidato muy discretamente el mismo día que detuvieron a Lula, el 7 de abril. Barbosa contaba con entre 3% y 5% de intención de voto en las mediciones anteriores, y ahora su apoyo varía entre 8% y 10%, según el escenario.

El fin de semana, el diario O Estado de São Paulo dio a conocer otra encuesta que gira en torno a Lula, en este caso elaborada por el instituto Ipsos. El sondeo revela que 73% de los brasileños está de acuerdo con la afirmación de que “los poderosos quieren sacar a Lula de la elección” y 55% considera que es un perseguido político; sin embargo, 50% está de acuerdo con su encarcelamiento y 46% en contra.