Ayer, la foto de una pancarta colgada fuera del liceo Dámaso Antonio Larrañaga se viralizó en redes sociales y generó la preocupación de actores sociales, políticos y sindicales, por advertir sobre el “regreso” de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP), un movimiento político de ultraderecha que funcionó entre 1970 y 1974. Sin embargo, el del Dámaso no fue el único caso: según informó la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), entre la noche del lunes y la madrugada del martes se colgó un cartel firmado por la JUP fuera del salón sindical del Instituto Nacional del Cáncer (Inca).

“Con profunda preocupación vemos que un grupo de cobardes, en el anonimato de la noche, colocaron una pancarta firmada por la ‘JUP’ con un mensaje anacrónico, cargado de ignorancia y de odio”, señala el comunicado emitido en la noche de ayer. La FFSP solicita “la pronta respuesta del Estado” para investigar estos hechos, por vincularse a “un movimiento protagonista de múltiples episodios de violencia política en las épocas más oscuras del país, violencia fascista y cómplice de las prácticas del terrorismo de Estado”. “Manifestaciones de este tenor se abonan con el discurso de odio y de resentimiento antiobrero, amparados en la protección que les brinda un Estado democrático pero que se esconde temerosamente de la Justicia para no dejar entrever su profundo sentir autoritario”, continúa la misiva.

En diálogo con la diaria, el presidente de la FFSP, Martín Pereira, afirmó que, tal como sucedió en el caso del Dámaso, hasta el momento no se pudo identificar a la o las personas que colocaron el cartel, que fue retirado por los propios funcionarios. La presunción es que fueron colocados en el mismo entorno horario, por la cercanía entre ambos centros. “La comisión interna del Inca y del Sistema de Atención Médica de Emergencia han trabajado mucho en lo que son los derechos humanos”, resaltó Pereira, por lo que en su opinión no es casualidad que este segundo mensaje “aparezca en la reja de un local sindical”. “Volver a recordar cómo se manejaban y cómo operaban estos grupos en los tiempos oscuros de nuestro país es totalmente repudiable”, reflexionó el dirigente, que pidió “seguir transitando por el camino democrático en el que vive Uruguay y no agitar fantasmas de cuando había una dictadura”.

Pereira afirmó que desde la federación se comunicaron con las autoridades del Ministerio del Interior, quienes “plantearon que van a investigar el tema”. “Estamos a la espera de esas investigaciones. Esperemos que esto quede sólo en la colgada de esos carteles y nada más”, manifestó.