Si bien reconoce “inconvenientes” y que no está cerrado “el diseño de la transición”, el ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), Luis Alberto Heber, aseguró en el Parlamento que pretende poner en práctica en el correr de un año un plan de automatización del sistema de peajes, que hoy ocupa a 400 trabajadores. Estos son empleados de cuatro empresas privadas que tienen la concesión de las rutas y el cambio de esquema implica que 250 fuentes de trabajo corren riesgo, por lo que se abrirá una mesa de negociación tripartita. El jerarca señaló que el objetivo será “que ninguna [persona] quede en la calle”.

Los motivos para impulsar la automatización de los peajes fueron explicados por Heber días atrás al asistir al Parlamento: “La intención es que el Ministerio [MTOP] recaude entre nueve y diez millones de dólares más. Es muy importante que las empresas [concesionarias] bajen los costos a la mitad para poder volcar los recursos que paga la gente a más kilómetros de rutas. Ese es el plan”.

Señaló que de las rutas concesionadas llega al MTOP ‒por medio de un fideicomiso financiero que tiene como titular a la Corporación Vial del Uruguay‒ un porcentaje de la recaudación de los peajes, y en esa ecuación inciden los costos de salarios, así como de traslado y custodia de bienes. Llevado a cifras, de 70 millones de dólares que se recaudó el año pasado en los 15 peajes del país, unos 50 millones de dólares llegaron al fideicomiso.

“No es que todo el costo pertenezca a los salarios que se pagan. Hay una ganancia [de las empresas concesionarias] y, a su vez, un costo por la seguridad que implica trasladar bienes y dinero, que es muy alto. [Por eso] Estamos planteando la automatización, mejor dicho, el no manejo de dinero”, dijo Heber ante la Comisión de Asuntos Laborales y Seguridad Social del Senado.

Los dichos del ministro sobre posibles nuevos peajes en el anillo perimetral (ruta 102) habían generado polémica a mediados de septiembre, ya que al ser consultado, el presidente, Luis Lacalle Pou, rechazó el planteo y sostuvo que “un peaje para recaudar no es lógico”.

El titular del MTOP se refirió al tema en la comparecencia ante la Comisión. Aclaró que los nuevos peajes en la ruta 102 son una iniciativa privada a estudio dentro del marco de la ley de participación público-privada (PPP) ‒consiste en realizar “una serie de obras” y financiarlas con cinco peajes de entre 20 y 30 pesos‒, al tiempo que aseguró que habrá nuevos puestos de cobro en otras zonas del país. “El diseño en nuestro plan de obras implica nuevos peajes. Todavía no hemos determinado dónde estarán; estamos analizando su uso para que estén justificados”, manifestó.

Señaló que los nuevos peajes podrían instalarse “en el área del litoral, donde hay mucha circulación hacia los puertos de Nueva Palmira y Fray Bentos”. Luego, complementó: “Estamos pensando en tener peajes en rutas en las que nosotros estamos gastando mucho dinero y no tenemos ningún retorno, tales como las PPP, la ruta 24 y la ruta 21, que es una obra de hormigón enorme en la que hay un tránsito de camiones realmente muy grande”.

La transición hacia el nuevo sistema y el futuro de 250 trabajadores

Heber explicó a los legisladores que “la transición [hasta la automatización] nos puede llevar un año” e implica varios cambios en los peajes: “Habrá instancias free flow, lo que se conoce como pasaje rápido y, finalmente, una robotización sin barrera, con más fluidez para pasar, con tecnología y con un cajero de tarjetas para aquel que no tenga el tag (sticker electrónico) o no esté dentro del Sucive [para cobrar el peaje junto a la patente]”. Esto último dijo que aún debe ser conversado con el Congreso de Intendentes.

También detalló que de las 400 personas que hoy cumplen tareas en los peajes, unas 150 continuarán “en la supervisión, el cuidado y el manejo de la tecnología de los peajes”. A su vez, dijo que una parte de los 250 trabajadores restantes, podrían reubicarse en los puestos de frontera, para entregar el sticker electrónico a los turistas que entran al país.

Para discutir el futuro del resto de la plantilla, Heber informó que acordó con el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) promover una mesa de negociación donde participen ambas partes más el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y las empresas concesionarias. Su idea es promover “una bolsa de trabajo con los funcionarios que no tienen la posibilidad de quedar en los peajes que ya están, como para que ninguno quede en la calle”.

El senador frenteamplista Óscar Andrade, también dirigente del SUNCA, advirtió que en su mayoría el personal de los peajes “son trabajadoras mujeres que tienen más de 20 años de antigüedad, y además en muchos casos viven en localidades muy alejadas, lo que aumenta la complejidad que vamos a tener para la reinserción laboral”. Heber dijo estar dispuesto “a estudiar caso a caso” para llegar a “una solución” para todos los afectados.

“Todavía no tenemos la película; tenemos inconvenientes y el tema de la transición es lo más importante”, concluyó Heber, y sostuvo que volverá al Parlamento a informar del avance de las negociaciones hacia el proceso de automatización de los peajes.