Prudencia Uruguay se autodefine como “un grupo multidisciplinar de ciudadanos de diferentes generaciones, ideologías, creencias y partidos políticos” que coinciden en que “el Uruguay no debería legalizar la eutanasia ni el suicidio asistido y sí universalizar los cuidados paliativos”. Su propuesta, que se presentará este jueves en una conferencia en el edificio anexo del Palacio Legislativo, es “generar espacios para una reflexión colectiva, a través de un diálogo abierto y respetuoso” que “contribuya a reconocer los derechos de todos y a cuidar de los más vulnerables”, y cuenta con la adhesión de “legisladores de todos los partidos y referentes académicos, políticos y culturales”, según informa en un comunicado.

Uno de los impulsores del proyecto es el diputado nacionalista Rodrigo Goñi, quien explicó a la diaria que la iniciativa surgió a partir del proyecto que presentó en marzo su par colorado Ope Pasquet, quien, en su opinión, “hasta ahora tuvo mayores posibilidades de plantear sus argumentos”. “Vimos que era momento, luego de escuchar esa propuesta, de organizarnos para poder dar un debate los que creemos que es una propuesta perjudicial y contraproducente”, manifestó.

Prudencia Uruguay se conformó a partir de la convergencia de “grupos de Whatsapp que fueron apareciendo y tenían una posición coincidente”, y está conformado por “médicos paliativistas, bioeticistas y legisladores de todos los partidos”, además de profesionales de otras áreas y “ciudadanos de todos los colores políticos y creencias: hay católicos, evangélicos, judíos y agnósticos”, enumeró el diputado. Su rol fue impulsar la iniciativa en el entorno parlamentario, y hay legisladores que todavía están analizando la invitación, señaló Goñi.

“La mayoría de los legisladores hoy no han tomado posición” respecto del proyecto, afirmó Goñi, “lo que también habla a las claras de la necesidad de un plazo importante para la reflexión”. “Está claro que los apresuramientos en estos casos terminan mal. Sería imperdonable que los legisladores apresuráramos un tema que además, por la situación de pandemia, es absolutamente inoportuno”, agregó. En su opinión, “abrir la canilla al suicidio asistido” en un contexto de pandemia “donde la depresión está creciendo” sería “meternos en un lío”. En ese sentido, Goñi criticó que no se haya aprobado la moción de su correligionario Álvaro Dastugue para suspender el tratamiento del proyecto hasta que finalizara la pandemia. “Eso también habla de que hay una intención de apurar la cosa, que sería realmente imperdonable”, reflexionó.

En la lista de adhesiones que aparece en la página web de Prudencia Uruguay figuran los nombres de los diputados frenteamplistas Nelson Larzábal, Álvaro Lima y Enzo Malán. Consultado por la diaria, Larzábal aclaró que no forma parte de la organización, aunque se manifestó “de acuerdo con los principios” del movimiento: “No adhiero a la eutanasia ni al suicidio asistido”, afirmó.