Conocer el ganador de la elección presidencial que disputan Donald Trump y Joe Biden en Estados Unidos en la noche del marts estaba descartado. Se estima que como temprano los resultados oficiales estarán en el correr del miércoles, aunque medios locales estiman que podría conocerse el próximo presidente varios días después.
El mayor problema para anunciar un ganador tiene que ver con la capacidad de los distintos estados para dar a conocer los resultados rápidamente, ya que muchos estadounidense decidieron votar de forma adelantada en persona o a través del correo (algo recomendado por la crisis de coronavirus que atraviesa el país), y podría llevar más tiempo contar esas boletas.
En varios estados los funcionarios electorales no pueden hacer nada con los votos emitidos con anticipación hasta el día después de las elecciones; de hecho, algunos condados no recogen esos votos hasta terminada la jornada electoral. Uno de esos estados es Pensilvania, un punto clave para la decisión del futuro presidente.
Por otra parte, mientras que la mayoría de los estados sólo cuentan los votos postales recibidos antes del cierre de las urnas, otros, como California, aceptan votos incluso si llegan semanas después de la elección, siempre y cuando fueran enviados hasta el martes.
¿Por qué el voto por correo podría ser un problema?
Hasta el 2 de noviembre más de 100 millones de personas habían votado por correo o en persona, es decir que ya se superó el total de votos anticipados de 2016. Poco más de 62 millones fueron por medio del servicio postal, algo complejo debido a los recortes que este sufre en su presupuesto. Semanas atrás, Trump canceló los fondos adicionales, a pesar de las preocupaciones por si el organismo podrá enfrentar el volumen de votos enviados o se generarían mayores retrasos.
Contar las boletas electorales que se envían por correo lleva más tiempo porque se debe corroborar cada firma con la que aparece en el registro de votantes y debe ser exactamente igual para que no se anule.
En 2016, el total de votos tardó más de un mes en escrutarse. En ese entonces, la candidata demócrata Hillary Clinton logró ampliar su ventaja durante ese tiempo, pero Trump ya había ganado en los estados necesarios para asegurarse la presidencia.