México y Chile serán los primeros países de América Latina en comenzar sus planes de vacunación contra el coronavirus.
Este miércoles llegó a la capital mexicana el avión con el primer lote de dosis de la vacuna contra el coronavirus. Esta primera partida, que contiene 3.000 dosis, llegó proveniente de Bélgica, donde se encuentra la planta que elabora el fármaco desarrollado por el laboratorio estadounidense Pfizer y el alemán BioNTech. De acuerdo a lo que informó el portal mexicano Animal Político, las primeras dosis comenzarán a ser administradas este jueves.
El gobierno mexicano estima que para fines de enero habrán llegado al país 1,4 millones de dosis, de las 34 millones que fueron encargadas por el Ejecutivo que preside Andrés Manuel López Obrador. En total, México firmó contratos para adquirir 198 millones de dosis, ya que además de llegar a un acuerdo con Pfizer, también lo hizo con el laboratorio inglés AstraZeneca y con el chino Sinovac, productor de la vacuna Coronavac.
Arturo Herrera, titular del Ministerio de Hacienda mexicano, informó que el monto total de los convenios suscritos para la compra de vacunas es de 1.659 millones de dólares. Este miércoles, al momento de recibir las primeras dosis, el canciller Marcelo Ebrard dijo que con la llegada de las vacunas “hoy es el principio del fin” del coronavirus, que ha dejado miles de muertos en el país.
Por su parte, en Chile la campaña de vacunación comenzaba este jueves, cuando llegara al país el primer cargamento de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, según lo anunció el presidente Sebastián Piñera.
El cargamento arribaría en la mañana y pocas horas después se iniciará el proceso de vacunación “de forma gradual”, comenzando por el personal médico de las regiones de La Araucanía, Biobío y Magallanes, unas de las más afectadas por la pandemia; también se inmunizará a personal médico de Santiago.
Según informó Piñera, el segundo cargamento de la vacuna, que será gratuita y voluntaria, llegaría la próxima semana, y luego continuará el proceso hasta completar las diez millones de dosis que Chile le compró a Pfizer. Según medios chilenos, el mandatario agregó que durante el primer trimestre del próximo año se vacunará a los adultos mayores y a los enfermos crónicos, que representan aproximadamente cinco millones de personas.
En Argentina este jueves llegó al país el primer cargamento con 300.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, fármaco que ya cuenta con una autorización de emergencia emitida por el Ministerio de Salud, cartera que lidera Ginés González García. De acuerdo a lo que informó la agencia Télam, la campaña de vacunación que se estima que comenzará la semana que viene “será inédita por su magnitud”.
El ministro informó que en primera instancia se vacunará “a los grupos de riesgo y, luego, a la población involucrada, para evitar los contagios y disminuir el impacto de la pandemia”. González García destacó además que las fuerzas armadas tendrán un “rol protagónico” en la logística y distribución de la vacuna en todo el país.
Mientras tanto, en Brasil, el país de la región más golpeado por la pandemia, la cuestión de la campaña de vacunación está generando una enorme disputa política entre el gobierno federal y los estaduales, con el gobernador de San Pablo, João Doria, a la cabeza.
La administración del presidente Jair Bolsonaro, por medio de su ministro de Salud, Eduardo Pazuello, viene siendo muy poco clara respecto del plan de vacunación en el país, y las últimas declaraciones del secretario de la cartera indican que la inmunización comenzaría a fines de febrero, con la vacuna que el gobierno federal le comprará a AstraZeneca. Pero la idea de Doria es que el estado de San Pablo tenga su propio plan de vacunación, y su estimación es que se pondrá en marcha en la segunda quincena de enero, algo que supondría un notable capital político para el gobernador centroderechista, perteneciente al Partido de la Social Democracia Brasileña, quien aspira a ser candidato a la presidencia en las elecciones de 2022.
En el caso paulista, la vacuna que se utilizará será la china Coronavac, que está siendo producida por el Instituto Butantan, prestigioso centro de biomedicina que tiene su sede en la ciudad de San Pablo.