La comisión de expertos —que cuenta con representantes del gobierno, los partidos políticos y los sectores sociales— conformada para realizar un diagnóstico del sistema previsional y recomendar una reforma continúa avanzando en su trabajo. En el marco de las audiencias con actores del régimen jubilatorio, este miércoles recibió a la Asociación Nacional de AFAP (Anafap), que nuclea a las tres administradoras de fondos privadas: Sura, Unión Capital e Integración.

En el documento presentado ante la comisión, ANAFAP defiende los resultados que logró el sistema mixto implementado en 1996 —que creó las AFAP y el ahorro individual, en paralelo al pilar solidario que gestiona el Banco de Previsión Social (BPS)— y lo califica como “un caso de éxito”. Entre otras cosas, destacan que el régimen mixto “evitó el colapso del sistema de reparto [vigente antes de 1996] que sí era inviable”, y que el dinero aportado por los trabajadores “ha sido resguardado y rentabilizado, no se licuó ni hubo descapitalización alguna”.

Además, las administradoras de fondos privadas rechazan “algunos mitos sobre el sistema de capitalización individual”, como que tienen excesivas ganancias. La comisión que cobran las AFAP a los afiliados por capitalizar sus ahorros “ronda el 0,5% equivalente sobre saldos, un valor razonable y competitivo, dentro de los más bajos en la región”, dice la gremial.

A su vez, como desafíos actuales de todo el sistema previsional —es decir el tramo de AFAP más el BPS y las cajas paraestatales— identifican la “sostenibilidad” financiera “con la demografía en contra, aportes altos y apoyo en tributos”; la mejora de “las prestaciones provenientes de la capitalización individual” para ampliar su incidencia dentro del tramo jubilatorio; el nivel de informalidad asociado a las nuevas formas de trabajo, y el “desinterés en planificar el retiro” por parte de las generaciones más jóvenes.

Nueva institucionalidad, edad de retiro y cajas paraestatales

Ante la situación descrita, ANAFAP da recomendaciones tanto para el conjunto del sistema como para el tramo específico de ahorro individual. En el primer caso, proponen una “nueva institucionalidad” con un “único regulador” para todo el sistema, y mencionan como alternativas crear “un consejo consultivo dentro de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto [OPP] o una Superintendencia de temas previsionales”.

También desean “promover la educación financiera y previsional con mensajes claros” por parte de los actores políticos y empresariales, ya que recuerdan que durante los gobiernos del Frente Amplio “buena parte de las autoridades se manifestaban abiertamente en contra del sistema mixto”. Otro planteo es incorporar “un cálculo jubilatorio oficial” que permita al trabajador activo estimar su futura pasividad en función del ahorro acumulado. 

ANAFAP entiende además que se debe “vincular y actualizar la edad de retiro con la evolución de la esperanza de vida”. La propuesta de elevar la edad mínima para jubilarse está en la mesa de debate de la comisión, y su presidente, Rodolfo Saldain, ha dicho que es partidario de hacerlo, aunque hay actores como el PIT-CNT que no lo apoyan.

Las AFAP privadas también solicitan “compatibilizar” el cobro de una jubilación con el trabajo formal —algo que hoy no es posible por normas legales—, así como “revisar qué está pasando con las jubilaciones de invalidez, cuya incidencia [sobre el total de retiros] parece excesiva”. Para las cajas paraestatales —como la Policial, Militar, Bancaria, Notarial y de Profesionales— plantean “generalizar el sistema mixto y unificar los criterios”, es decir que estos colectivos se rijan por reglas iguales al resto de los trabajadores y que una parte de su ahorro previsional vaya a una cuenta de capitalización individual. 

Rever tope de comisión y afiliaciones de oficio

Para el tramo de las AFAP, la gremial plantea como un objetivo “reducir la concentración”, ya que la estatal República domina el mercado y tiene alrededor de 40% de los afiliados. “Este actor dominante cuenta con atributos que resultan perjudiciales para el funcionamiento y la competencia del mercado”, sostiene ANAFAP. 

Asociado a esto, piden “rever los cambios legales incorporados en los últimos años”. Esto en referencia, por un lado, a la disposición que hace que los afiliados de oficio —es decir, los trabajadores que por su nivel salarial están obligados a pertenecer a una AFAP y no eligieron una— vayan a República porque es la que cobra menor comisión, y por otro el tope a la comisión que pueden cobrar, que surge de la denominada ley de cincuentones de 2017. Esa normativa estableció que la comisión que cobran por la administración del dinero no podrá ser más de 1,5 veces superior a la menor del sistema.

Para lo primero, ANAFAP pretende que los afiliados de oficio se definan según “la rentabilidad neta” y no por la menor comisión, esto es, que vayan a la empresa que mayor ganancia brinda al afiliado tras descontar lo cobrado por la administración. Respecto al cobro de la comisión, piden que sea “libre o fijada de acuerdo con un benchmark o a un promedio de mercado y no con relación a la comisión de la empresa dominante, como lo es actualmente”.

En un agregado, las AFAP privadas reiteran propuestas que han realizado en los últimos años, como promover un mayor ahorro voluntario de los afiliados —por encima del monto obligatorio—, permitiendo su retiro total o parcial al momento de la jubilación y liberándolo del pago de impuestos, y la creación de un tercer fondo para los afiliados más jóvenes que permita inversiones de mayor riesgo y a la vez más rentabilidad en el largo plazo.

También desean “más competencia” para el pago de la renta vitalicia, la jubilación en función de lo ahorrado en las AFAP que hoy paga sólo el Banco de Seguros porque las aseguradoras privadas se retiraron del negocio, y que haya más opciones a la hora del retiro y no sólo la contratación de un seguro.