El viernes, en una extensa conferencia de prensa, el titular del Ministerio de Salud Pública (MSP), Daniel Salinas, recomendó que “se trate de evitar el transporte público”, ya que al trasladarse en bicicleta, moto o vehículo particular “la posibilidad del contagio” de coronavirus “es menor”. Por eso, sostuvo, “dentro de las perillas” está “una mayor fiscalización” del transporte público, no sólo a nivel de la Intendencia de Montevideo.

El ministro agregó: “Sobre todo, con vistas a la finalización de cursos, la vuelta de los muchachos a sus hogares del interior y las fiestas de navidad y fin de año, exhortar fuertemente, y más que exhortarle, exigirle al Ministerio de Transporte y Obras Públicas [MTOP] que controle los transportes interdepartamentales, que es una urgencia. No se trata solamente de cómo suben en Tres Cruces, con su mascarilla, con la toma de temperatura y con alcohol en gel, sino también controlar a medio camino, que se abran las ventanillas, que se pare cada tantos quilómetros”.

Salinas acotó que “se podrá decir que no hay casos” de coronavirus en ómnibus, pero en realidad no se sabe, porque de un 20% de los contagios no se conoce el nexo. Por lo tanto, el contagio de ese porcentaje “pudo haber sido de múltiples maneras, entre ellas, en los transportes interdepartamentales”, que son viajes “de muchas horas”. 

Ante esto, Juan Arellano, dirigente de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte, señaló a la diaria que en los ómnibus interdepartamentales tienen el problema que los vehículos “son todos cerrados”, no se puede abrir las ventanillas, por lo tanto, adentro de las unidades el aire “es el mismo reciclado”. “Salinas, que se fije en Tres Cruces los ómnibus a los que se les puede abrir las ventanillas... los vidrios son fijos. Puede ser que CITA tenga algún ómnibus que se le abra una ventanilla, pero las demás empresas son todas con aire acondicionado, no se abren las ventanillas”, insistió.

Además, el dirigente recordó que un decreto del MTOP -del 28 de mayo- establece que “la cantidad máxima autorizada de usuarios en las unidades será la misma que la cantidad de asientos que tiene, más un límite máximo de 10 personas de pie”. Entonces, a su entender, la solución sería “que vaya menos gente en los ómnibus”. Subrayó que los ómnibus urbanos y suburbanos “no tienen límite” de personas paradas, “solo lo que dice en la carrocería”.

En tanto, Pablo Labandera, director nacional de Transporte del MTOP, dijo a la diaria que se incrementaron los controles “en la medida de lo posible”, adecuándolos íntegramente a los protocolos que ya estaban establecidos. Sostuvo que la fiscalización que exigió Salinas “ya se está haciendo” y que en las últimas dos semanas se hicieron “más de 600 inspecciones en ruta, además del control de las terminales”.

En cuanto a que en algunas unidades las ventanas no se pueden abrir, el jerarca dijo que “es verdad”. Agregó que a “aquellos ómnibus en los que estructuralmente es imposible” abrir las ventanas no les van “a pedir que rompan los vidrios” pero “son los menos”. Por último, sobre la autorización de que vaya gente parada, Labandera señaló que “es la opinión muy respetable de Arellano, pero por ahora el protocolo es ese”.