La bancada de diputados del Frente Amplio (FA) emitió una declaración en referencia a la interrupción que hizo el presidente de la Cámara de Representantes, Martín Lema, del discurso de la diputada frenteamplista Verónica Mato, durante la media hora previa de la sesión del 2 de junio. En la declaración se advierte que el FA “no aceptará que estos hechos se reiteren” y se exige que la conducción de las sesiones “deben ser ceñidas al carácter democrático de dicho espacio”. Además, se sostiene que la interpretación del reglamento por parte del presidente “debe ser justa, ecuánime y diligente”.

En su alocución, Mato criticó que “la voz de las parlamentarias no es escuchada” en el Parlamento, y como ejemplo de ello se refirió a que segundos antes había tenido que pedir que se la amparara en el uso de la palabra por los ruidos de sus compañeros. En ese momento, Lema la interrumpió y le advirtió que hacía “referencias que no tienen lugar” y que evitase “cualquier tipo de expresión hiriente”. Mato prosiguió y les preguntó a “los varones cómo se sienten cuando sus pares ejercen violencia física y sexual”. Entonces Lema le quitó la palabra, aplicando el artículo 73 del reglamento: “Si un orador falta al orden incurriendo en personalismos, expresiones hirientes o indecorosas, el presidente por sí o a través de cualquier representante, lo llamará el orden”.

Para la bancada frenteamplista, la actitud de Lema “fue inadecuada” y “no fue sensible al planteo que se estaba haciendo”. “La diputada Mato justamente estaba señalando las dificultades existentes para que se prestase atención a las intervenciones de las mujeres en los ámbitos públicos y políticos”, se destaca en el documento. Por otra parte, se expresa que “es menester aclarar que la diputada fue cortada en el uso de la palabra sin que hubiese utilizado en ningún momento expresiones hirientes, sino que por el contrario se encontraba denunciando una situación grave del país en su calidad de representante nacional”.

Por último, los representantes del FA exhortan “a que se revean estas actitudes y se rectifique la actuación para asegurar un debate democrático respetuoso hacia todo el cuerpo”. En la declaración, los legisladores hacen mención a un contexto de “incremento de la violencia de género y generación, en que se está desbaratando una organización dedicada a diferentes formas de explotación sexual”, y que los legisladores deben “extremar la atención para no caer en conductas que legitimen ese flagelo”.