El intendente de Montevideo, Christian Di Candia, anunció este miércoles, en el 6° Encuentro de Ciudades Inteligentes, denominado “Transformación digital acelerada”, que la Intendencia de Montevideo (IM) puso a disposición de los ciudadanos dos aplicaciones, una que geolocaliza los baños públicos y otra, que está en formato de prueba, para que las personas denuncien cuando hay un vehículo estacionado sobre las bicisendas y las rampas de accesibilidad.

Carlos Leonczuk, director de Desarrollo Sostenible e Inteligente de la IM, especificó que la aplicación con la información de los baños públicos fue una idea ganadora de Montevideo Decide en 2019. En la app se podrán encontrar los horarios en los que están abiertos los baños, además de hacer reclamos en el caso de que no estén bien higienizados. Más adelante se aplicarán más capas a la aplicación para tener la localización de espacios públicos, redes de paseos y juegos saludables e inclusivos.

Sobre la aplicación para denunciar a los vehículos que obstruyen bicisendas o rampas, el intendente dijo que se trata de promover la convivencia sana y “el respeto de los espacios”. Por ahora la app está en formato de prueba, que durará tres meses; después, si funciona bien, se empezará a multar a quienes estacionen mal y dificulten la movilidad inclusiva. “Es darle ojos a la ciudadanía, nadie tiene nada que temer si cumple con las reglas”, dijo Di Candia, y aseguró que no se tratará de una medida con espíritu recaudatorio. En la actualidad no hay sanciones para quienes estacionen en estos sitios, pero sí se hará una observación. La idea es también mantener informado al denunciante sobre las acciones de la comuna.

Las dos herramientas están disponibles en la app de la IM, y también se puede acceder a la información de los baños a través de la página de la IM.

Ciudades Inteligentes contra el coronavirus

Además de hacer estos anuncios, Di Candia dijo en el panel “Impacto de la pandemia en la ciudad de Montevideo” que una de las lecciones que le dejó la covid-19 fue la necesidad de hablar y coordinar con el gobierno nacional, con los departamentales y con los dirigentes “del mundo”. “Aprendimos que hay brechas tecnológicas, y que hay gobiernos a los que les costó más por no subirse a tiempo a la ola”, dijo, y especificó que Montevideo desde 2015 viene desarrollando un sistema “inteligente” de gestión que “fue la piedra fundamental, el punto de inicio de una transversalización de servicios”.

Por su parte, Leonczuk aseguró que en los primeros días de la emergencia sanitaria la IM trabajó para que no se cortaran los servicios ni las cadenas de pago, además se aseguró la gobernanza con la realización de gabinetes virtuales, expedientes electrónicos, y se pasó de 300 conexiones remotas para teletrabajo a 5.000.

En el panel “Las ciudades inteligentes durante la emergencia” participaron Fernando Benegas, secretario de Innovación del gobierno de la ciudad de Buenos Aires; Mauricio González, asesor TIC (tecnologías de la información y la comunicación) del alcalde y coordinador de la Agencia Local de Innovación de la ciudad de San José de Costa Rica; y Michael Donaldson, comisionado de Innovación Digital, Administración Electrónica y Buen Gobierno del gobierno municipal de Barcelona.

Hablando de su ciudad, Benegas dijo que una de las acciones que tuvieron más éxito fue Boti, un chatbot que funciona por medio de diferentes servicios de mensajería y que ayuda al ciudadano que tiene distintas consultas. Aseguró que el uso de Boti se expandió cuando se lo incorporó a Whatsapp, pero cabe señalar que también está en Telegram, Twitter, Facebook Messenger, e incluso en la web del gobierno de la capital de Argentina. El jerarca porteño dijo que en una primera instancia permitió hacer el triaje, la selección y clasificación de pacientes, para reforzar el sistema de salud. Benegas contó que hasta marzo de este año, antes de que se desatara la pandemia, el chatbot daba información sobre, por ejemplo, infracciones, pero luego del coronavirus se le incorporaron 50 servicios más. Hoy 90% de los casos son solucionados por Boti y el resto se deriva con una persona. Sobre la forma en que el chatbot ayudó en el triaje contó que durante la cuarentena las autoridades piden a la población que en caso de sospecha de haber contraído la enfermedad llamen al 107, pero ese número se satura, entonces Boti fue la herramienta que usaron para hacer las primeras preguntas de rutina: si la persona había viajado al exterior, si había tenido contacto estrecho con alguien que viajó, o si tenía algún síntoma, si las respuestas eran positivas se recomendaba llamar al 107. Benegas comentó que Boti también permite hacer denuncias de violencia de género, un problema que también se incrementó en la cuarentena argentina. El funcionario dijo que a partir de abril también se puede geolocalizar los lugares de atención.

En general, dijo que el gobierno de Buenos Aires en cuatro meses desarrolló 610 páginas web nuevas con contenido que va desde bienestar en casa hasta formularios de circulación. “Hubo 400.000 trámites digitales. Nuestro rol fue darle el soporte a la salud para contener la pandemia”, por eso se incorporó la receta médica digital, el gestor de casos y monitoreos. Ahora las decisiones se toman en base a tableros que indican dónde están los casos y cómo evolucionan; esto permite a las autoridades tomar decisiones referentes al transporte, la salud y la logística en general. En unas semanas la información de estos tableros será libre y se podrá ver qué está pasando en los espacios públicos de manera actualizada, y cómo viene la curva de contagios.

En tanto, González, de San José de Costa Rica, comentó que su ciudad tenía planes que debieron ser postergados debido al coronavirus, pero que encontraron que mucha de la información que manejaba la alcaldía desde hacía años podía ser usada para paliar los efectos negativos de la pandemia. “Una realidad de la que no estábamos conscientes es una gran capacidad del funcionamiento del gobierno local en términos tecnológicos con sus propios recursos”, dijo, y aseguró que en estos meses pasaron del siglo XIX al XXI en el manejo de bases de datos de manera remota. “Nos encontramos con el descubrimiento de que estábamos más avanzados de lo que creíamos. La municipalidad ha logrado suplir a la administración central en lo que tiene que ver con el control sanitario y la distribución de la asistencia social”, sostuvo.

Comentó que la ciudad necesitaba diversificar su infraestructura para atraer inversiones, porque “igual que el resto del país está creciendo la desigualdad social”, por eso cuando vino la pandemia encontraron disponible información interna que hasta ese momento no había sido usada –por ejemplo, se utilizó el historial de gestión de cobros para implementar un sistema de avales para el acceso a un capital de rescate para las empresas, a partir de avales no financieros basados en las promesas de pago–. “Un buen pagador de impuestos, con antigüedad, podría ser avalado de manera positiva para acceder a créditos de fondos de rescate, todo con la misma información que hemos tenido hace años”, relató González. Además, se creó un sistema de datos abiertos de inteligencia comercial y de negocios, para que los pequeños y medianos comercios puedan tener información sobre qué oportunidades pueden surgir en determinados sitios de la ciudad.

Por último, Donaldson, de Barcelona, dijo que pasaron del concepto de ciudad inteligente al de ciudadano inteligente, que es el que vive o trabaja en la ciudad e incorpora esa experiencia para tomar mejores decisiones. “Hemos incorporado el modelo del humanismo tecnológico” para que esté al servicio de la ciudadanía. Donaldson comentó que una de las prioridades en esta pandemia fue que los trabajadores de la ciudad tuvieran conectividad y acceso a computadoras, para “tener los servicios sin la necesidad de trasladarse a las oficinas, que por el confinamiento también estaban cerradas”. Aseguró que en estos meses la tecnología y la digitalización entraron con fórceps en el mundo, pero agregó: “Hay que tener en cuenta la dimensión de los derechos digitales y cómo nos afectan la intimidad y la protección de datos. Tienen que ser pensados con una nueva óptica”.

Como en Barcelona están en verano y en época de playa, la ciudad instaló cámaras con sensores de calor para garantizar las distancias sociales y al mismo tiempo la intimidad de las personas, porque se trata de equipos sin identificación facial. Estas cámaras también serán instaladas en los mercados municipales.