En un artículo contenido en el proyecto de ley de presupuesto, el gobierno declara de “interés general” la “promoción del uso de la madera con fines constructivos de vivienda, carpintería de obra y mueblería”, y crea una comisión para ejecutar un plan de desarrollo en esta área, en la “construcción de viviendas y edificios”.
La comisión, de carácter honorario, funcionará dentro de la Dirección General Forestal, y su objetivo será “elaborar, coordinar y monitorear la ejecución de un plan para la promoción y el desarrollo, tendientes a incrementar la incorporación de la madera de origen nacional en la construcción de viviendas y edificios, su uso en carpintería de obra y mueblería; y promover la madera de bosques manejados que garanticen el cumplimiento de las normas nacionales de calidad”.
Según el articulado, la comisión se integrará con representantes de los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca; Vivienda y Ordenamiento Territorial; Ambiente; Industria, Energía y Minería; del Congreso de Intendentes, de la Universidad de la República y del Laboratorio Tecnológico del Uruguay.
Se trata de un nuevo paso que da el gobierno en la búsqueda de promover la madera como material de producción. Algo de eso había adelantado la actual ministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Irene Moreira, a principios de agosto, en una visita a la comisión de Vivienda de la Cámara de Representantes. En esa oportunidad, la jerarca sostuvo que su cartera buscaba flexibilizar el Documento de Aptitud Técnica (DAT) para validar sistemas constructivos no tradicionales para la producción de vivienda, y destacó que buscaba casas de madera que no sean de “mala calidad”, sino “como las que hay en el sur de Brasil, en Bariloche o en Chile”.