El presidente Luis Lacalle Pou sostuvo que si el ex secretario de Presidencia Miguel Ángel Toma hubiera sido un cargo de confianza suyo, lo habría destituido.

“Si fuera un funcionario de confianza, no estaba más en el cargo. Pero como es un funcionario público requiere no sólo la voluntad del presidente de la República”, explicó Lacalle Pou a Toma, cuya situación está siendo investigada administrativamente en Presidencia y también en Fiscalía, luego de que se conociera que realizó varios viajes oficiales acompañado de una contadora de la Secretaría Antilavado. El presidente recordó la investigación administrativa en curso, además de “otros procesos”.

Además, sostuvo que personalmente no confía en Toma. El ex secretario de Presidencia es funcionario público y actualmente se desempeña como fiscal de gobierno, por lo que su eventual destitución debería votarse en el Senado.