La elección departamental del domingo cerró un ciclo electoral que comenzó el año pasado, y con las cartas vistas los politólogos coinciden en posicionar al Partido Nacional (PN) como el ganador de la contienda. Como parte de un envión tras el triunfo del gobierno nacional en 2019, recuperó tres intendencias (Paysandú, Río Negro y Rocha) que estaban en poder del Frente Amplio (FA), acumulando 15 gobiernos departamentales. La izquierda mantuvo su predominancia en los dos departamentos más poblados (Canelones y Montevideo) y retuvo Salto, al tiempo que el Partido Colorado (PC) mantuvo su histórico recinto de Rivera.

Para Diego Luján, Antonio Cardarello y Daniel Buquet –doctores en Ciencia Política y profesores de la Universidad de la República– “no hay dudas” sobre que el PN fue el triunfador de la noche del domingo. “El saldo es muy favorable por la cantidad de gobiernos departamentales y también de municipios. Ocurrió la hipótesis casi de mínima para el FA, que pretendía retener seis gobiernos departamentales con cuatro en disputa (excluyendo Canelones y Montevideo) y se quedó con tres. Lo inverso ocurrió para el PN, cuyo peor escenario era quedarse con 12 intendencias y el máximo ganar las cuatro en disputa, de las que obtuvo tres”, analizó Cardarello en diálogo con la diaria. Luján complementó que además “el PN no puso en juego ninguna de las intendencias que gobernaba”, donde triunfó con comodidad.

Incluso el domingo la vicepresidenta Beatriz Argimón dijo que el PN votó “por encima de lo esperado” en varios departamentos, y destacó los “avances” a nivel de las alcaldías, donde habrá líderes blancos en 90 de los 125 municipios del país.

“No sólo de un análisis frío de los números surge que ganó el PN, al obtener más posiciones de gobierno, sino que obtuvo casi todo a lo que podía aspirar. El resultado no puede calificarse de goleada, es menor a eso, pero sí es un triunfo muy contundente”, expresó Buquet a la diaria.

Los politólogos asociaron los resultados del domingo con lo ocurrido en la elección de 2019, y asimilaron este proceso al vivido en 2004-2005 con el crecimiento del FA en lo departamental –ganó ocho intendencias, su mayor registro– tras alcanzar por primera vez el gobierno nacional. “Hay una prolongación del ciclo de alternancia desde lo nacional a lo departamental, como una extensión del cambio de humor visto en octubre [de 2019]”, expresó Luján.

Para los especialistas la “buena imagen” que tiene hasta el momento la gestión del presidente Luis Lacalle Pou pudo haber influido en los resultados departamentales. “Toda elección durante un período de gobierno tiene algún componente de evaluación de la gestión”, señaló Luján, aunque también hizo notar que en Salto, “uno de los distritos donde más hizo jugar su rol el presidente”, se terminó imponiendo el FA. Por esa y otras actuaciones, Lacalle Pou fue acusado en las últimas semanas por la oposición y hasta por algunos dirigentes de la coalición de gobierno de inmiscuirse en la elección departamental al dar apoyo a candidatos blancos.

Cardarello marcó como punto fuerte del PN las “buenas estrategias” que desarrolló en varios departamentos, particularmente en Rocha, donde comentó que la inclusión dentro del lema de un candidato de Cabildo Abierto (CA) le otorgó votos claves para imponerse al FA, que tras tres intendencias consecutivas llegaba como favorito al domingo.

Buquet, por su parte, analizó que en varios departamentos hubo particularidades, como “la campaña electoral que se realizó, los apoyos concertados o la propia competencia y cómo rivalizaron los candidatos”, que hicieron posible “concretar una victoria [para el PN] que se veía posible desde el cambio de humor de la población” tras la elección nacional. Mencionó como excepción lo ocurrido en Salto, donde blancos y colorados “no lo hicieron bien” y terminaron perdiendo. Al respecto, indicó que el triunfo del FA no responde a que el intendente Andrés Lima “fuera mejor” que el rochense Aníbal Pereyra, “sino que para sacar a Lima había que hacer una campaña en la que concertaran todos los contrarios, y en cambio se pelearon y acusaron entre ellos”.

El FA “en baja” pero con dos figuras de peso que “pueden exhibir gestión”

Los tres politólogos coincidieron en que la derrota en Rocha fue “el golpe” de la noche para la coalición de izquierda, que pese a perder tres intendencias mantiene un caudal electoral importante en la zona metropolitana y dos figuras de peso en cargos ejecutivos, como Carolina Cosse (intendenta electa de Montevideo) y Yamandú Orsi (reelecto en Canelones).

Para Luján, el FA “terminó con un escenario intermedio” el domingo, porque estuvo latente “la posibilidad de que quedara como una fuerza política reducida a la zona metropolitana” al mantener sólo las intendencias de Canelones y Montevideo. “Si bien retuvo Salto, fue competitivo en otros distritos y no tuvo un retroceso manifiesto de votos, a la vez que perdió no sólo Río Negro y Paysandú, que estaba dentro del cálculo previo, sino que cayó en Rocha y en municipios donde tiene un peso histórico, como Bella Unión (Artigas), San Carlos (Maldonado) o el municipio F en Montevideo (que incluye los barrios Flor de Maroñas, Villa Española, Punta de Rieles y Piedras Blancas, entre otros)”, analizó.

Buquet sostuvo que el FA “retrocedió a posiciones similares [en términos departamentales] a las que había conquistado antes de ganar el gobierno por primera vez en 2005, pero con mejorías porque consolida Montevideo como bastión, se extendió en Canelones y retuvo Salto”. Pese a esto, subrayó que “es un partido que está en la fase baja del ciclo”, y debe asumir el nuevo rol de oposición a nivel nacional “posicionándose como una alternativa creíble y en condiciones de volver al gobierno cuando la gente comience a evaluar negativamente a los gobiernos no frentistas”.

Este lunes el presidente de la coalición de izquierda, Javier Miranda, declaró en Desayunos informales, de Teledoce, que quedó con “una sensación agridulce” tras los resultados del domingo. Detalló que la pérdida de las intendencias de Paysandú y Río Negro “estaba dentro de la ecuación posible” porque en 2015 se habían ganado por pocos votos; que lo acontecido en Rocha “duele” y el distrito de Chuy “fue determinante” para la caída; y que los triunfos en Montevideo y Canelones, donde vive 55% de la población, “mantienen al FA con un caudal electoral importante”. Miranda también se lamentó por perder municipios y sostuvo que “probablemente tiene que ver con que hubo gente que votó al gobierno departamental y no al municipal”.

Por otra parte, los tres politólogos coincidieron en que Cosse y Orsi desde sus gestiones se posicionarán como figuras de peso de cara a la renovación del FA y a la elección de 2024. “Estar fuera del gobierno nacional limita las posibilidades de mostrar cuadros políticos dentro de esta etapa de sustitución de los viejos liderazgos en que está el FA. Entonces, para generar candidatos atractivos para volver al poder la posibilidad está limitada a los gobiernos departamentales, que pueden exhibir gestión. Y sin dudas que son una buena plataforma”, subrayó Cardarello.

Para Luján, el intendente reelecto en Canelones ya hizo “algunos guiños” el domingo de sus aspiraciones, “al salir a hablar temprano y con un discurso que tuvo señales hacia el electorado en general”. Si bien entiende que aún falta mucho para vislumbrar candidaturas, los dos jefes departamentales “son políticos con una mezcla de experiencia en la gestión y visibilidad, que dependiendo de cómo les vaya pueden usarlo como plataforma durante estos cuatro años como oposición” a nivel nacional.

Buquet fue más allá en el caso de Orsi: “Exagerando un poco el análisis, ayer lanzó su campaña para 2024. Proyectó detrás una bandera uruguaya y tuvo la bendición del ex presidente [José] Mujica, que fue a decirle ‘vos sos el elegido’”. Diferenció esto de la situación de Cosse, que “no llegó sola a la intendencia”, sino con el apoyo de sectores fuertes como los comunistas y los socialistas, es decir, “sin ser la jefa de ningún grupo” político de peso en la interna. Para Buquet, el triunfo en Montevideo puede derivar en una consolidación de la alianza entre los grupos “más a la izquierda del FA [sin contar al Movimiento de Participación Popular]” y ser esta la plataforma de lanzamiento de una candidatura de Óscar Andrade para 2024.

Dilema para Raffo: trabajar como opositora en Montevideo o la visibilidad de un cargo

La postulante de la coalición multicolor en la capital, Laura Raffo, logró “retener todos los votos que están en contra del FA en Montevideo, empatando la elección pasada y siendo la única candidata”, destacó Buquet. Los especialistas la ven como una figura de proyección política que mediante una buena comunicación aprovechó la visibilidad que le dieron estos meses de campaña.

Este lunes el presidente del directorio blanco, Pablo Iturralde, dijo en Desayunos informales que Raffo “se puede transformar en la jefa de la oposición en Montevideo, haciendo un seguimiento y un gabinete en la sombra, y preparando programas de largo plazo”.

Los académicos entienden que hacia adelante se abre un dilema para Raffo. “Un cargo es probable que le dé visibilidad y puede ser favorable a los intereses de asegurar una carrera política que parece auspiciosa”, señaló Cardarello, pero el punto en contra es que de esa manera la oposición en la capital repetiría errores del pasado. “Cada cinco años deben invertir en un candidato nuevo, y si la estrategia ahora es apostar a ganar la elección [de 2025] lo mejor sería que se quedara trabajando en el ámbito departamental”, añadió.

A lo mismo se refirió Buquet: “Para saber si en realidad la intendencia se puede ganar hay que hacer todo el esfuerzo, y hasta ahora no lo hicieron. Desde la oposición se puede construir una identidad, pero los ediles son poco conocidos, entonces [transformarse en] una figura que salga a criticar, o anunciar acuerdos e incluso negociar directamente con Cosse” puede impulsar a Raffo.

Por el contrario, Luján advirtió que no ocupar ningún cargo puede llevar a que Raffo pierda visibilidad y le ocurra lo mismo que a Edgardo Novick, “que hizo una buena elección [departamental] en 2015 pero luego se desdibujó su imagen”.