Nagorno Karabaj, también denominado Alto Karabaj, es un territorio de algo más de 11.000 kilómetros cuadrados que desde hace decenas de años es fuente de controversia entre el pueblo de Armenia y el azerí.

Luego de la disolución de la Unión Soviética y de una guerra que duró tres años, desde 1994 este territorio, que está dentro de las fronteras de Azerbaiyán, es, de hecho, una república independiente que funciona bajo el control de los armenios, que además son la población hegemónica en la zona.

Las escaramuzas en las posiciones fronterizas, que están fuertemente militarizadas en ambos lados, son muy frecuentes, pero ayer la situación fue más grave que lo habitual y en los enfrentamientos murieron decenas de personas de ambos lados, tanto militares como población civil.

Los gobiernos de ambos países se atribuyen la responsabilidad del comienzo de las hostilidades, que pusieron a los dos países al borde de una nueva declaración de guerra. Desde Bakú, la capital de Azerbaiyán, se informó que todo comenzó por un ataque armenio, que en las primeras horas del domingo alcanzó a posiciones militares y poblaciones azerbaiyanas con “armas de gran calibre, morteros y artillería”. En respuesta, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán lanzaron una contraofensiva “en toda la línea del frente” con el país vecino, afirma un comunicado oficial consignado por el portal ruso de noticias RT.

Según el Ministerio de Defensa armenio, todo comenzó luego de que los azerbaiyanos bombardearan varios objetivos a lo largo de la línea de contacto en Nagorno Karabaj, además de la capital de la región, Stepanakert –ciudad en la que viven alrededor de 140.000 personas–, y acusaron al gobierno azerí de planear el operativo con antelación. “Minutos después del anuncio oficial de la escalada, los medios de comunicación azerbaiyanos y turcos informaban desde el frente, lo que indica que la provocación de Azerbaiyán estaba planeada con anticipación”, aseveró la portavoz ministerial, Shushán Stepanian, en su página de Facebook.

La situación en la zona llevó a que el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, dijera que Azerbaiyán “declaró la guerra a todo el pueblo armenio” y asegurara que su país está preparado para responder.

“Esta mañana, Azerbaiyán volvió a realizar provocaciones a gran escala. Hay víctimas y heridos, incluso entre la población civil. Con armas pesadas, el enemigo ataca las posiciones del Ejército desde todas las direcciones”, señaló Pashinian ayer en un discurso retransmitido por la radio y televisión públicas de Armenia.

Según el jerarca armenio, “el régimen autoritario del [presidente de Azerbaiyán, Ilham] Aliyev ha vuelto a declarar la guerra al pueblo armenio”. “Estamos listos para esta guerra, porque nos dimos cuenta de que el odio a los armenios propagado en Azerbaiyán no podía conducir a ningún otro resultado que no fuera la guerra”, declaró Pashinian, de acuerdo a lo que informaron agencias internacionales.

Estas indicaron además que el mandatario armenio declaró el estado de guerra y decretó la movilización general en el país. Explicando su decisión, Pashinian dijo que “Azerbaiyán puede iniciar acciones militares en sus fronteras con Armenia y recurrir a provocaciones para desestabilizar la situación en la región”.

Tanto Rusia, país de enorme influencia en la zona, como desde la Unión Europea, se pidió un alto al fuego y un llamado al diálogo para resolver este conflicto, profundamente arraigado en las poblaciones por su origen étnico y cultural, ya que en su enorme mayoría los armenios son cristianos y los azeríes, musulmanes.

Menos conciliador fue el mensaje que llegó desde Turquía, nación que es un enemigo histórico del pueblo armenio y que está conectada étnicamente con los azeríes.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno que preside el islamista Reccep Tayip Erdogan se acusó a Armenia de iniciar el conflicto y se anunció que apoyará a Azerbaiyán “por todos los medios” en medio de la reciente escalada bélica.

“Condenamos enérgicamente las acciones de las Fuerzas Armadas de Armenia”, que “constituyen una flagrante violación del derecho internacional”, declaró el portavoz del ministerio, Hami Aksoy, según informó la agencia de noticias turca Anadolu.

“Armenia ha demostrado una vez más que es el mayor obstáculo en el camino hacia la paz y la estabilidad en la región. [...] Ankara apoya firme y plenamente la postura de Bakú. Turquía brindará asistencia a Azerbaiyán en la forma en que la parte azerbaiyana necesite”, agregó el vocero.