Ayer se cumplieron 12 días desde el secuestro de Óscar Denis por parte de la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y su familia manifestó preocupación por la falta de noticias sobre la situación del estanciero.
Denis fue vicepresidente de Paraguay durante el gobierno de Federico Franco, que sucedió al de Fernando Lugo, y tiene una estancia cerca de la ciudad de Concepción, 400 kilómetros al norte de Asunción. Fue secuestrado en uno de los caminos de entrada de esa estancia junto a un empleado, Adelio Mendoza, un indígena de 21 años. El EPP reivindicó el secuestro y presentó dos requisitos para liberarlo: la liberación de sus líderes, Alcides Oviedo Britez y Carmen Villalba, y la distribución de canastas con alimentos y otros elementos (como championes y semillas) en 40 comunidades indígenas de la zona por un valor equivalente a dos millones de dólares. Las canastas debían tener impreso el mensaje “Gentileza del EPP” y el logo de la guerrilla.
La familia dice haber cumplido con la distribución de las canastas y el gobierno de Mario Abdo rechazó liberar a Oviedo y a Villalba. Los familiares dijeron ayer que hacía cuatro días que no tenían noticias de Denis, manifestaron preocupación por su estado de salud y pidieron al EPP una vía de comunicación para, entre otras cosas, recibir una prueba de vida. “Esperamos que liberen a papá, que si bien no lo están haciendo, que establezcan esa vía [...], esa comunicación para que podamos hablarles a ustedes”, dijo Beatriz Denis, la hija del ex vicepresidente, que ha hablado en nombre de la familia.
El EPP liberó la semana pasada a Mendoza, pero no ha dado pistas sobre qué sucederá con Denis, que tiene 74 años, diabetes tipo 2 e hipertensión, por lo cual toma medicamentos todos los días. Además, Mendoza dio positivo de covid-19 después de ser liberado y dijo que estuvo en contacto con él, por lo cual se teme que haya contraído la enfermedad.
“La salud y el cuidado de él están en manos de ustedes. Respeten su vida”, dijo Denis en una comparecencia pública en la que pidió al EPP que se ponga en contacto. “Vamos a hablar con quien sea, haremos lo que esté en nuestras manos, lo humanamente posible, lo sobrehumanamente posible... En fin, estaríamos dispuestos a hacer todo, siempre y cuando sepamos cómo está papá y nos den esa prueba de vida”, añadió.
Mendoza contó, tras ser liberado, que él y Denis fueron secuestrados por seis personas, entre ellas dos niños de entre 13 y 14 años. Esta información trascendió después de que el gobierno de Abdo fuera cuestionado por organizaciones de derechos humanos, dentro y fuera de Paraguay, por haber matado a dos niñas de 11 años durante una operación contra un campamento del EPP, el 2 de setiembre. En ese entonces, tanto las Naciones Unidas como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos subrayaron que el Estado es responsable de proteger a niños y adolescentes, especialmente del reclutamiento forzoso.
La respuesta del gobierno al secuestro de Denis fue desplegar, en la zona que se supone que opera el EPP, operaciones de búsqueda y rescate de la Fuerza de Tarea Conjunta, integrada por policías y militares. Según el diario paraguayo La Nación, se sumaron a esas operaciones 700 agentes que cuentan con la colaboración de la población local, pese a lo cual no se han encontrado indicios ni de Denis, ni del EPP.