En el documento final generado por un grupo de trabajo formado por Ancap y la Federación Ancap (Fancap) sobre el negocio del pórtland, la empresa estatal consideró que, “en el contexto actual, no es viable la concreción de las inversiones” para la planta de Paysandú “con fondos propios o financiamiento público”. El retorno de las inversiones, valuadas en más de 100 millones de dólares, dependerá de un aumento de las ventas de pórtland al exterior, y eso para Ancap “sólo es posible con la incorporación de un socio comercial que tenga el debido know how del negocio y un posicionamiento o interés estratégico firme”.

Esta instancia entre las autoridades y Fancap se inició a mitad de 2020, en busca de analizar los escenarios para el negocio del pórtland, una línea dentro del ente que arrastra pérdidas hace una década. Esta semana desde el sindicato habían explicado a la diaria que el negocio del pórtland incluye tres plantas —de producción, en Paysandú y Minas, y de logística, en Manga— y que de acuerdo al diálogo con Ancap, se anticipaba una “privatización” de la ubicada en Paysandú, donde trabajan 200 personas. Los trabajadores entienden que hay oportunidad de venta de cemento hacia Argentina y que la inversión debe asumirla el Estado.

En el documento final hay aspectos compartidos por ambas partes, propuestas exclusivas de Fancap y expresiones de la empresa estatal. Como “consideraciones generales”, se menciona la situación “deficitaria” del negocio del pórtland, que las inversiones hechas en la planta de Minas no lograron la rentabilidad esperada y que “la continuidad operativa segura y confiable de la planta de Paysandú está cuestionada”. Esto último deriva de que “no se montó el equipamiento adquirido hace ya más de cinco años, que formaba parte integral de un plan de reconversión tecnológica” en Paysandú, por lo que ahora la planta requiere “nuevas inversiones para lograr un funcionamiento sustentable”.

¿Qué se necesita? Según Ancap, “para seguir funcionando en condiciones de seguridad, medioambientales y de mayor confiabilidad”, se debe invertir en la planta un monto equivalente al total invertido por el ente en 2020 y más de un tercio de lo previsto para 2021. Al menos 100 millones de dólares son necesarios para instalar el horno comprado durante la gestión de Raúl Sendic.

Esas inversiones darían “sustentabilidad” al negocio si se alcanza a colocar entre 400.000 y 450.000 toneladas “a un cierto nivel de precios y con costos de operación al nivel de estándares internacionales”. Ese objetivo no sólo está muy por encima de la producción actual en Paysandú, de 120.000 toneladas, sino también de la estimación máxima hecha sobre el potencial del mercado interno de cemento —75.000 toneladas—.

“La demanda adicional necesaria sólo puede generarse con el acceso al mercado regional”, y esto puede lograrse únicamente “con la incorporación de un socio comercial” con experiencia en el negocio y con interés “estratégico” en la planta de Paysandú, sostiene Ancap. Además, señala que su “capacidad financiera” es “limitada y las inversiones en pórtland deben ser analizadas en conjunto con otras prioridades de inversión para Ancap”.

Una fuente del ente petrolero dijo a la diaria que comparten con Fancap “que el mercado está en Argentina, pero Ancap no puede ir” a buscar clientes a ese mercado porque no tiene la capacidad ni el expertise para hacerlo. Por eso, se pretende un socio “con espaldas para ir a pelear esos negocios a Argentina”.

La fuente agregó que el escenario proyectado es realizar “una licitación de la actividad industrial en Paysandú”, lo que implica que un privado asuma las inversiones y el negocio con miras en la exportación, al tiempo que Ancap mantenga el yacimiento de piedra caliza y la posibilidad de vender en el mercado interno.

La licitación podría anunciarse a fin de mes, aunque aún es parte de conversaciones entre Ancap y el Poder Ejecutivo. Otra opción que está sobre la mesa, aunque como “un plan B”, sería licitar todo el negocio del pórtland. Esto último no sería lo ideal porque en Ancap se considera que la planta de Minas “es valiosa”.