En la madrugada de hoy el presidente argentino Alberto Fernández partió junto a una comitiva rumbo a México, donde el mandatario participará el miércoles en los actos por los 200 años de la independencia del país norteamericano.

Además, y en otras de las actividades previstas en la agenda, el líder del Frente de Todos visitará junto al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador el laboratorio Liomont, responsable del envasado de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la compañía farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, cuyo principio activo se produce en el laboratorio argentino mAbxience, según detalló la agencia Télam.

Precisamente el tema de las vacunas, y pese a lo lejos que Fernández estará de Buenos Aires durante algunos días, seguirá rondando por la cabeza del mandatario, tras el escándalo hecho público el viernes que terminó con la salida de la titularidad del Ministerio de Salud de Ginés González García y el nombramiento en su lugar el sábado de la ahora exsecretaria de Acceso a la Salud Carla Vizzotti.

Si bien la campaña de vacunación en Argentina contra el coronavirus no viene al ritmo deseado por la falta de dosis, el tema, que había encontrado una fuerte resistencia por parte de la oposición, venía siendo uno de los puntos positivos del gobierno de Fernández, algo que ahora quedó empañado por la noticia de que un grupo de funcionarios y personas allegadas al Ejecutivo recibieron dosis del inmunizante Sputnik V salteándose la cola del programa de vacunación, que por ahora está priorizando al personal de la salud y a las personas mayores de 80 años.

La noticia estaba siendo seguida por el diario Clarín, que pensaba lanzarla en su edición del sábado, pero la revelación de esta práctica la hizo en la mañana del viernes el periodista Horacio Verbitsky durante una entrevista con la radio El Destape.

En su intervención, Verbitsky, de 79 años de edad, expresó que pensó en darse la vacuna y que por ello recurrió a González García, de quien se manifestó “amigo”. Primero el ministro le dijo al periodista que fuera al hospital Posadas, ubicado en la localidad de El Palomar, en la provincia de Buenos Aires, pero luego Verbitsky explicó que lo llamó la secretaria de González García y le dijo que fuera a vacunarse directamente al ministerio.

La confesión de Verbitsky –quien ayer pidió disculpas por lo sucedido (ver recuadro)– significó un tremendo golpe para la credibilidad del gobierno. Ante la evidencia de los hechos, el mandatario, sumamente enojado por la situación, según indicaron fuentes de su entorno a medios argentinos, inmediatamente pidió la renuncia de González García y designó en su lugar a Vizzotti, quien venía jugando un rol importante desde su cargo en el combate a la pandemia. Más allá de que Vizzotti tratará de optimizar el proceso de vacunación, la cancha quedó embarrada y la oposición tendrá un palo firme del cual agarrarse, al menos por un tiempo.

Ayer la nueva ministra de Salud, en una entrevista con Radio 10, intentó empezar a limpiar la imagen de su cartera al negar que en dicho lugar funcionara un vacunatorio VIP.

Además, Vizzotti informó que a partir de ahora se va a elaborar “un plan de monitoreo de la administración de las vacunas” y confirmó la llegada de más vacunas entre marzo y abril y que se está negociando “con otros laboratorios que están en fase tres”, de acuerdo con lo que consignó Página 12.

Sobre la situación puntual que desató el escándalo, la ministra expresó que “de ninguna manera funciona un vacunatorio VIP” en el Ministerio de Salud, sino que se trató de una situación “excepcional y desaprobada” con “un grupo muy reducido de personas”. Vizzotti dijo también que esta semana se reunirá con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para presentarle un programa de monitoreo y transparencia, así como una estrategia para elaborar otro plan para determinar cómo y cuándo se vacunará a personal estratégico, como son los funcionarios políticos.

Vizzotti, quien todavía no recibió el inmunizante, explicó que en todas las campañas de vacunación “hay un área de la población objetivo que tiene a personas estratégicas para el funcionamiento del Estado”.

La flamante ministra dijo además que tanto el Ministerio de Salud como la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica ya recibieron la información correspondiente a la fase tres de la vacuna elaborada por el laboratorio chino Sinoparhm y que ya están en la última etapa para aprobar el uso de emergencia del fármaco. “Seguimos negociando con otros laboratorios que están en fase tres”, aseguró. Vizzotti también confirmó que para principios de marzo se espera que lleguen al país las primeras dosis de la Covidshield provenientes de India y que “cerca de abril” llegarán las adquiridas a AstraZeneca.

Las disculpas de Verbitsky

El periodista pidió disculpas ayer por el “ejercicio de un privilegio”, en alusión a haber sido vacunado contra el coronavirus en el Ministerio de Salud, un hecho que definió como un “error grave”, y expresó su arrepentimiento.

“Asumo sin excusas la parte que me toca y acepto todas las críticas recibidas, así como agradezco las tan numerosas comunicaciones de solidaridad y afecto. Si lo hice y, sobre todo, si luego lo conté sin que nadie me lo preguntara, es porque no advertí que fuera algo incorrecto, el ejercicio de un privilegio”, escribió Verbitsky en la página web El cohete a la luna, sitio que dirige y en el que suele publicar una columna cada domingo.

Así, el periodista hizo públicas sus explicaciones sobre el hecho que derivó en la salida del Ministerio de Salud de González García y su reemplazo por Carla Vizzotti.

“Debo explicaciones a todos los lectores del Cohete y a quienes siguen mi trabajo y mi militancia desde hace mucho tiempo. Mi vacunación en el Ministerio de Salud fue un error grave, del que me arrepiento, y por el que pido disculpas”, expresó Verbitsky.

Explicó que, “alarmado ante el noveno contagio en mi familia, que abarcó desde septuagenarios hasta bebés de un año, y con una víctima fatal luego de semanas de sufrimiento”, consultó al ahora exministro si “correspondía” que él se la aplicara. “Me dijo que sí y que debía hacerlo en el Hospital Posadas, uno de los tres nacionales, que depende del Ministerio. Días después obtuve el turno”.

Sin embargo, dijo que “horas antes, desde la secretaría privada del ministro” le indicaron que “un equipo ambulante del hospital lo haría en el propio Ministerio”.

“Habrá quienes duden, porque a lo largo de tantos años se fue estructurando un estereotipo sobre mí que excluye actos ingenuos o simplemente estúpidos”, agregó.