Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, tuvo este jueves su primera rueda de prensa desde que asumió el 20 de enero. Aprovechó la oportunidad para hacer varios anuncios: afirmó que buscará la reelección en 2024 y que planea vigilar la competencia de China y de Rusia, controlar el avance nuclear de Corea del Norte y mejorar las condiciones de migración desde México.

Biden, que con 78 años es el presidente de mayor edad en la historia del país, dijo que su plan es presentarse a la reelección dentro de cuatro años, a pesar de que durante la campaña sugirió que no iba a ir por el doble mandato. De todas formas, aseguró que es “un gran respetuoso del destino” y que no planifica con tanta antelación, aunque sí adelantó que si pudiera elegir su compañera de fórmula volvería a ser la actual vicepresidenta, Kamala Harris, quien ya se perfila como candidata a la presidencia por el Partido Demócrata.

Entre los logros que ya se sabía que iban a ser destacados estuvo haber cumplido ampliamente con el objetivo de administrar 100 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus en sus primeros 100 días de gobierno, algo que se alcanzó con un promedio de 2,5 millones de dosis por día.

Otro de los puntos de éxito del gobierno de Biden es haber logrado que el Congreso aprobara el “plan de rescate de la economía”, con una inyección de 1,9 billones de dólares a la economía local, lo que implicó la primera gran victoria legislativa del mandatario.

Biden fuerte con la política exterior: China, Corea del Norte y Rusia

El presidente estadounidense agregó que parte de su plan de reactivación de la economía es la presentación, este viernes en Pittsburgh, del plan de creación de empleos, que con un valor de tres billones de dólares implica incrementar la carga fiscal a las rentas superiores a los 400.000 dólares anuales. De esta forma busca “competir” y generar un importante número de trabajos “muy bien pagados”.

Así busca pararse en la competencia con China. Con respecto a ese país advirtió que espera que respete “las reglas internacionales del juego del comercio” y “las prácticas justas”. “China tiene la meta de convertirse en el país más rico y poderoso del mundo, y eso no va a pasar mientras esté yo aquí”, subrayó.

Biden afirmó que ha hablado con su par chino, Xi Jinping, y le dejó en claro que no busca “el enfrentamiento, aunque sabemos que habrá una competencia muy fuerte”, y agregó que trabajará con la Unión Europea, India, Japón y Australia para que China rinda cuentas y siga las reglas. Asimismo, opinó que tanto China como Rusia piensan que “el futuro está en la autocracia y que la democracia no puede funcionar en un mundo complejo”.

Biden advirtió que habrá una “respuesta acorde” si Corea del Norte continúa con los ensayos de misiles: “Estamos consultando con nuestros socios y aliados”, señaló, y agregó que buscará seguir la diplomacia pero “condicionada a que su resultado sea la desnuclearización”. “Habrá respuesta si se dedican a escalar. Responderemos de forma proporcionada”, dijo Biden y consultado sobre si es la mayor amenaza en cuestiones de política internacional, respondió “sí”.

Asimismo, habló sobre la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán antes del 1º de mayo y dijo que es algo “complicado”, pero estima que ya no estarán en el plazo de un año: “No es mi intención estar allí durante un largo tiempo. Nos iremos, la pregunta es cuándo”.

La frontera con México

La crisis en la frontera fue el otro gran tema de la conferencia de Biden, ya que en las últimas semanas llegaron miles de menores: se estima que se trata de unos 450 niños y adolescentes por día, y se encuentran hacinados en centros de detención. Actualmente se calcula que hay más de 16.000 menores bajo el cuidado de las autoridades estadounidenses.

Biden culpó a la política de su antecesor Donald Trump por haber “desmantelado” el sistema de inmigración, que ahora trata de reconstruir. Comentó que siguen las negociaciones con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para que ampare a un mayor flujo de inmigrantes.

Aseguró que ningún menor “morirá de hambre al otro lado de la frontera”, algo que “no ha hecho ninguna administración anterior, excepto Trump. No lo voy a hacer”, subrayó. Habló también de las condiciones “totalmente inaceptables” en las que están algunos niños bajo el cuidado de la Policía estadounidense y se comprometió a poner en marcha el plan de cuidados que propuso la vicepresidenta.