La Mesa Representativa ampliada del PIT-CNT se reunió este lunes y revirtió la decisión tomada por el mismo órgano a principios de marzo, cuando se votó suspender al Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom) hasta el próximo congreso de la central sindical. Desde que culminó esa primera votación, el asunto generó debate y hubo quienes plantearon –entre ellos el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, y el secretario general, Marcelo Abdala– que trabajarían para levantar la suspensión, lo que terminó ocurriendo por mayoría de 32 votos.

Sin embargo, hubo 14 votos por la negativa y seis abstenciones, lo que muestra que “una tercera parte del PIT-CNT, que no es ninguna minoría”, mantiene la postura de suspender al Sifpom, evaluó en diálogo con la diaria el representante en la Mesa Representativa, Sergio Sommaruga, integrante del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep). Parte de ellos se nuclean en la corriente denominada Coordinadora de Sindicatos, y si no “cambian las circunstancias” podrían insistir con la medida en el próximo congreso.

Para Abdala, el episodio quedará “como una anécdota con el paso del tiempo”. Manifestó a la diaria que “por amplia mayoría” se levantó la sanción y se apostará por encontrar “otros procedimientos para resolver las diferencias” con el Sifpom, manteniendo “la unidad en la diversidad del movimiento obrero”.

En la Mesa Representativa del 3 de marzo habían sido 14 votos a favor de la suspensión, 13 en contra y seis abstenciones. Abdala informó los pasos a seguir por el PIT-CNT: “Se va a solicitar una reunión al sindicato policial para conversar sobre la orientación del movimiento obrero, sus tradiciones de lucha, sus estatutos, las reglas de juego para las discusiones entre nosotros, y así encaminar las eventuales diferencias”.

Aclaró que “la decisión de dejar sin efecto la suspensión no necesariamente significa estar de acuerdo con la orientación del sindicato policial”. También dijo que “no se le puede exigir al Sifpom que piense lo mismo” que el PIT-CNT en todos los temas, pero deben “respetarse los estatutos y si se adopta una resolución no se puede trabajar contra eso”.

Uno de los cuestionamientos al Sifpom es su posición contraria a varias decisiones tomadas por el pleno de la central sindical, como defender a los efectivos que participaron en la disolución de una aglomeración en la plaza Seregni en noviembre, pronunciarse a favor de la ley de urgente consideración (LUC) y no participar en la campaña para la derogación de 135 artículos de esa norma.

Sommaruga explicó que la fundamentación del Sintep en la votación de principio de mes y en la del lunes se basó en tres líneas argumentales: “el desconocimiento sistemático y sostenido en el tiempo de los principales dirigentes del sindicato policial de los estatutos del PIT-CNT, y los fines y principios en los que se cimientan”; “las posiciones sistemáticas en favor de la patronal, con un gobierno u otro, defendiendo los dispositivos represivos y nunca teniendo una posición crítica con los abusos policiales”; y “la falta absoluta de solidaridad del Sifpom con los demás sindicatos en lucha, usan al PIT-CNT pero nunca brindan nada”.

En la Mesa Representativa el Sintep presentó una moción, luego de levantada la sanción, “para que el sindicato policial dé una señal y emita una declaración pública donde reafirme su pleno respeto a los estatutos, y se manifieste a favor de los derechos humanos y en contra de los instrumentos represivos”. Esto no prosperó y Sommaruga entiende que se iniciará un diálogo con el Sifpom “sin una hoja de ruta”, por lo que no tiene “mucha expectativa” al respecto.

Por su parte, Abdala opinó que se debe procesar “un cambio cultural”, porque “hay que trabajar con el conjunto del movimiento obrero para que pueda comprender e interiorizar las dinámicas de trabajo que enfrentan los trabajadores policías, y con los efectivos para que sepan el acervo del movimiento obrero”.

Consultado sobre cómo evalúa que sale la central sindical de este episodio, Abdala señaló: “Siempre estas discusiones son complejas, se trata de administrar las diferencias. Para quienes estamos acostumbrados a proteger la unidad dentro de la diversidad y aportamos para eso, quedará como una anécdota en el tiempo”.