Ante la posibilidad de competir por la presidencia de la Comunidad de Madrid, Podemos decidió poner en la carrera a su principal figura, pese a que estaba ocupando un cargo de jerarquía en el actual gobierno de coalición español. El lunes, Pablo Iglesias anunció que dejaría de ser vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 de España para competir por el gobierno de la capital.
El líder y secretario general de Podemos, de 42 años, irá como candidato de Unidas Podemos (Podemos más Izquierda Unida) en las elecciones autonómicas madrileñas del 4 de mayo, en busca de quitar del sillón a Isabel Díaz Ayuso, la actual presidenta regional, perteneciente al Partido Popular (PP), que el 11 de marzo resolvió renunciar, disolver la Asamblea madrileña y llamar a elecciones anticipadas ante una posible moción de censura en su contra.
En sus redes sociales Iglesias publicó un video en el que afirmaba que “un militante debe estar allí donde es más útil en este momento” y que volcaría todos sus esfuerzos para “construir una candidatura de izquierdas fuerte y amplia para impedir que la ultraderecha se apodere de nuestras instituciones y para ganar el gobierno de la Comunidad de Madrid”.
— Pablo Iglesias (@PabloIglesias) March 15, 2021
En el video también dejó implícito que no buscaría la presidencia de España en futuras elecciones, pasando la posta a la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. “Digo algo que sienten millones de personas de izquierdas si digo que puede ser la próxima presidenta del gobierno de España”, aseguró, y agregó que buscará que tanto Podemos como Izquierda Unida y En Comú Podem apoyen su candidatura por el gobierno: “Apoyar a Yolanda para que, si lo decide y lo quiere la militancia, sea la candidata de Unidas Podemos en las próximas generales y la primera mujer presidenta”.
Según Iglesias, “Madrid está en estos momentos ante un enorme riesgo, un gobierno de ultraderecha con Ayuso y con Vox”, y planteó lograr una candidatura única con Más Madrid, la escisión de Podemos que encabezó Íñigo Errejón en 2019 y que ahora cuenta con Mónica García como candidata.
“Madrid necesita un gobierno de izquierdas y puedo ser útil ayudando a ganarlo y liderándolo”, afirmó, y apeló a la unidad: “Es un clamor en las conversaciones, en las redes y en los grupos de Whatsapp: la unidad de la izquierda transformadora”. Advirtió que “no será fácil, hay muchas cicatrices, pero nos jugamos algo suficientemente importante como para intentar la unidad que nos están pidiendo”.
Tras conocerse la candidatura de Iglesias, la derechista Díaz Ayuso, afirmó que España le “debe una” por haberlo sacado del gobierno.
Cuando anunció las elecciones anticipadas, la presidenta de Madrid afirmó que en la votación se decidiría entre “socialismo y libertad” en la capital. Al saber que tendría a Iglesias como rival, cambió el eslogan: sostuvo que “Madrid no puede convertirse en Caracas” y que la elección ahora era entre “comunismo o libertad”.
“Madrid es futuro, ilusión y esperanza. El Madrid que ha sufrido tanto el terrorismo, que no ve su himno nacional como una pachanga cutre fachosa, el Madrid que acoge a los maltratados por el independentismo, el nacionalismo o la mafia del terror”, planteó Ayuso.
Una encuesta de NC Report publicada en La Razón y elaborada antes de que se conociera la candidatura de Iglesias señalaba que Díaz Ayuso tiene 33,2% de intención de voto, seguida por el PSOE del presidente español Pedro Sánchez con 27,3%. Luego, en tercer lugar, aparece Vox con 13,7%, seguido por Más Madrid con 12,8%, Ciudadanos con 6,3% y Unidas Podemos con 5,2%.
Pensando en las posibles alianzas, la unión entre el PP y Vox sumaría 65 diputados y el bloque de izquierda 63, dejando en Ciudadanos, con ocho potenciales escaños, la chance de definir con qué sector aliarse para formar gobierno.
Ciudadanos, que formó una alianza con el PP y Vox para proclamar presidenta de Madrid a Ayuso en el período pasado, ahora fue el chivo expiatorio de la presidenta regional, que lo acusó de intentar romper la alianza uniéndose al PSOE mediante una moción de censura al líder regional de Murcia.