“El gobierno eligió gobernar en soledad”, comenzó diciendo el presidente del Frente Amplio (FA), Javier Miranda, en la conferencia de prensa que convocó la coalición de izquierda para hacer un balance del primer año de gobierno y de las medidas anunciadas por el presidente Luis Lacalle Pou este martes ante la Asamblea General. En una alocución signada por la crítica, Miranda aseguró que el gobierno no mantuvo un “diálogo democrático” con la oposición y, en cambio, eligió el camino de “la confrontación y polarización de la sociedad”.

En la conferencia, en la que Miranda estuvo acompañado por dirigentes de distintos sectores de la fuerza política, se basó en un documento titulado “Balance del 2020: principales temas y posicionamiento del Frente Amplio”, en el que se acusa al gobierno de “ignorar a la oposición y polarizar”, construir un “relato negando los logros” de los gobiernos del FA y desestimar “toda instancia de diálogo democrático”.

En cuanto al manejo de la emergencia sanitaria, el FA reconoce que el gobierno “mostró apertura al conocimiento científico”, aunque atribuye “el estado de relativo control de la pandemia que reinó por varios meses” a la “conducta del pueblo uruguayo y las fortalezas que heredó” y no exclusivamente a la gestión de las autoridades. Asimismo, considera que el gobierno “se encerró en su ortodoxia ideológica” en lo que refiere a la respuesta económica y social de la crisis.

En referencia al rol del FA como oposición, Miranda destacó que hubo un posicionamiento “firme” ante las políticas que “perjudican a las grandes mayorías del país” y señaló que se ejerció una “oposición honesta y propositiva”. Asimismo, enumeró las diferentes propuestas que hizo el partido al gobierno durante 2020: en marzo presentó un plan de contingencia sanitario, económico y social; en mayo, un grupo coordinado por el expresidente Tabaré Vázquez presentó propuestas para un plan estratégico nacional “en respuesta al impacto de la pandemia, con medidas de mediano y largo plazo”; en diciembre, el FA reiteró las medidas planteadas al comienzo de la pandemia. Este año, la coalición de izquierda presentó una batería de medidas que buscan promover a nivel legislativo.

Para el presidente del FA, la respuesta del gobierno a la crisis social y económica ha sido “definitivamente insuficiente”, y mencionó las medidas en materia de políticas de protección social, de empleo, de reactivación económica y apoyo a pequeños y medianos empresarios. “La crisis ha sido mal evaluada por el gobierno”, dijo, y agregó que en un año se “destruyeron” 60.000 puestos de trabajo, cerraron 10.000 micro y pequeñas empresas y 100.000 personas cayeron en la pobreza. Esta situación, dijo, es consecuencia de la “escasez de esfuerzos” por parte del gobierno, y la “única propuesta, aun en la pandemia, parece ser la del ajuste”.

“En el medio del fuego que generó la pandemia se echa nafta”

El senador comunista Óscar Andrade fue uno de los representantes de los distintos sectores del FA que acompañaron a Miranda en el estrado. Luego de la conferencia, en una rueda de prensa, cuestionó la “euforia” con la que se presentó la rendición de cuentas. “No parece ser el momento de la euforia; al contrario, tiene que ser el momento de la preocupación. En 2020 la inversión se cayó a pique, el promedio de inversiones en obra vial fue la mitad del período anterior, el Presupuesto que se votó en diciembre recorta casi un tercio la inversión en vivienda, [en] las empresas públicas su presupuesto son de ajuste y de recorte”, argumentó el legislador.

En tanto, el senador de Fuerza Renovadora Mario Bergara opinó que el reciente reclamo de varios socios de la coalición respecto de medidas “más contundentes” para paliar la crisis son “parte de un juego político, un juego para la tribuna”, porque “esos mismos sectores que ahora reclaman más ayuda social hace dos meses votaron un presupuesto de recorte y ajuste”. El expresidente del Banco Central indicó que el planteo del FA “implica adicionar un punto de PIB [producto interno bruto] en el gasto de combate a la pandemia y anticipar otro punto del producto en materia de inversiones”, lo que redunda en una cifra de 1.000 millones de dólares en inversiones, infraestructura y vivienda para 2021, “con todos los beneficios que eso trae en materia de empleo y actividad comercial”.

“En política económica y social son los responsables del desempleo y la pobreza”, afirmó el senador socialista Daniel Olesker, que defendió el rol que jugó el FA como oposición en el primer año del nuevo período, y aseguró que este balance crítico no responde a un cambio de estrategia de la oposición sino a que “se agotó el tiempo”. “En marzo hicimos una propuesta, había tiempo. En octubre hicimos una propuesta, había tiempo. Hoy ya no hay más tiempo”, reflexionó. Para Olesker, las propuestas del FA cayeron en saco roto. “Nosotros pensamos que si se tomaba el trabajo de ir al Parlamento iba a anunciar cosas más potentes y no simplemente [que se va a] invertir menos en el Fondo Covid que en 2020. Eso desestima toda la ida al Parlamento”, aseveró.