La elección que hizo el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) de la organización Uruguay Adelante para que distribuya recursos y alimentos a las ollas populares que funcionan en el país no fue bien vista en las ollas populares que integran a la Coordinadora Popular y Solidaria.

A regañadientes, esta organización aceptó el convenio que el Mides anunció con Uruguay Adelante para la administración de los recursos destinados a las ollas. Su vocera, Paola Beltrán, no ocultó las críticas hacia la adjudicación sin llamado mediante una organización que, a su juicio, no reúne la experiencia para brindar el servicio.

Pero este martes uno de los coordinadores de Uruguay Adelante, Jesús Graña, respondió a las críticas y sostuvo en una entrevista con En perspectiva que la Coordinadora Popular y Solidaria trabaja de forma similar a como lo harían “plenarios de índole política”, mientras que su organización se limita a “facilitar insumos para la olla de la forma más eficiente posible”.

Para Graña, mientras “Uruguay Adelante se viene enfocando en solucionar temas de ollas, la coordinadora, por devenir del tema social que viene, tiene muchos más temas que sólo la comida”, expresó. A la hora de profundizar en esta diferenciación, Graña dijo que Uruguay Adelante, a diferencia de la Coordinadora, logró “sacarle el tema partidario a las ollas populares”, transformando la situación en una “emergencia alimenticia”. “Para mí lo más importante es que haya comida en una olla popular y no que haya comida y a su vez al costado una papeleta para firmar”, sostuvo, en referencia a la recolección de firmas para llevar a referéndum la ley de urgente consideración (LUC).

En respuesta a estas declaraciones, Beltrán dijo a la diaria que se está buscando “instalar un discurso” que se basa en un “mal uso de la palabra política” e implica que “la política es la política partidaria, pero eso no es así”. “La política tiene que ver con todos los asuntos que atraviesan a la sociedad y el quehacer cotidiano, y todos los ciudadanos hacemos política más allá de que sea conscientemente o no. Cuando los ciudadanos se organizan por las ollas también están haciendo política, porque están atendiendo una necesidad que el Estado no está atendiendo”, expresó.

Beltrán aseguró que la Coordinadora Popular y Solidaria es independiente de cualquier partido político y tampoco se le pregunta a quienes colaboran en las ollas qué votaron, pero “si lo que se busca es efectivamente despolitizar, eso implicaría que las personas que llevan las ollas adelante no piensen ni reflexionen sobre lo que están haciendo”, y eso “no está bueno”. “Es un discurso que apela a un sentido común bastante cargado de prejuicio en relación a lo que es la política y que pretende ensuciar todo el trabajo que venimos realizando, de organización y sostén de las redes solidarias que se han construido en todo este tiempo”, concluyó.

Pero incluso, Beltrán aseguró que ha habido “contactos” de Uruguay Adelante con ollas de la Coordinadora Popular y Solidaria para que trabajen directamente con ellos, “planteándoles que si no se iban de la coordinadora no recibirían alimentos de esta organización”. “Las ollas nos llaman preocupadas porque no entienden lo que pasa y nuestra postura siempre fue la misma en relación a Uruguay Adelante y cualquier otra organización: las ollas tienen derecho a recibir donaciones de quienes entiendan que tienen que recibir, no nos metemos en eso. Lo único que pedimos es que no nos determine nuestras formas de trabajo”, expresó.

La LUC y la olla de Palermo

En el oficialismo hay particular malestar con la recolección de firmas que se lleva adelante en varias ollas populares contra la LUC. Una nota realizada el lunes en dos informativos a integrantes de una olla popular en Palermo desató la polémica al respecto. Los entrevistados aparecieron con camisetas que tenían la palabra LUC tachada, y esto derivó, entre otras cosas, en varios comentarios en redes sociales de legisladores nacionalistas que cuestionaron ese accionar, entre ellos el diputado Martín Lema: “¿Cuál de los dos mensajes que quieren transmitir pesa más para ellos? ¿El mensaje político o el llamado a colaborar? No queda claro y no vale todo”. Además de Lema, los senadores nacionalistas Graciela Bianchi, Sebastián da Silva y Jorge Gandini criticaron la forma de actuar de los integrantes de la olla. Por ejemplo, este último compartió una imagen de los voluntarios y se limitó a escribir: “A las pruebas me remito... y tengo muchas más”.

La olla popular de Palermo respondió a los dichos y emitió un comunicado en que asegura que vieron la oportunidad de estar en televisión como una forma de “mostrar nuestro trabajo, que no es sólo hacer la comida, y solicitar los apoyos que nos permiten seguir adelante”. “Además de esto, no pensamos que teníamos que esconder que, como colectivo, desde el año pasado y luego de muchas charlas y reflexiones, decidimos que la ley de urgente consideración es inconveniente, regresiva y que a quienes más afecta es justamente a las personas que a lo largo y ancho del país comen en ollas populares”, dice el comunicado, que finalmente agrega: “¡Claro que hacemos política! Política social, no partidaria. Denunciamos la profunda desigualdad social que empuja al hambre a miles de personas. Tomamos partido por quienes siempre pierden, por los más vulnerados no aceptamos que se mercantilice la vida ni que la precariedad sea la norma”.

Sobre este hecho, si bien Beltrán recordó que la Coordinadora Popular y Solidaria integra la Intersocial, aclaró que dicho grupo de organizaciones sociales no terminó de expedirse a favor de ninguna campaña para llevar a referéndum la LUC (aunque las organizaciones mayoritarias sí lo hicieron) y, por tanto, se definió que cada olla tuviera “autonomía” para tomar una postura al respecto y, si quieren, recolectar o no firmas. “La posición de esa olla en particular es solamente de esa, pero no todas las ollas tienen la misma impronta”, expresó.

La polémica por los “mentores” del Mides

Otro punto que se cuestiona desde la ollas y otras organizaciones sociales es la idea del titular del Mides, Pablo Bartol, de coordinar la ayuda de esta cartera en los barrios por medio de “mentores”. Cristina Prego, de la Asociación Nacional de ONG vinculadas al Desarrollo (Anong), criticó en diálogo con la diaria la propuesta. “No está claro cuál es el planteo, porque por un lado Bartol planteó que en las ollas se van a priorizar los mentores barriales, pero cuando aparece la ejecución se trata de una partida a una ONG nueva [Uruguay Adelante]. Es contradictorio y tampoco es que exista una transferencia al grupo de la olla popular realizado por los vecinos. Si la propuesta es promover liderazgos barriales, que ya existen y están instalados, Bartol no tiene que crearlos, tiene que apoyarlos”, expresó. Desde el Mides explicaron a la diaria que estos mentores son “referentes barriales” con “capacidad de transmitir necesidades concretas de su comunidad” para que el ministerio las pueda atender, principalmente a través de las oficinas territoriales de la cartera, pero no dijeron cuándo ni cómo serán seleccionados.