En la mañana de este lunes el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) continuará revisando actas de votos observados de la segunda vuelta de los comicios peruanos, que se realizaron el domingo 6 y aún no tienen un ganador oficialmente proclamado.

De acuerdo a los últimos datos difundidos por el Órgano Nacional de Procesos Electorales (ONPE), contabilizados 99,935% de los sufragios, Pedro Castillo, candidato del partido izquierdista Perú Libre, suma algo más de 50.000 votos que la derechista Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, 50,14% contra 49,86%.

Pero, más allá de lo que digan los números finales –la imposición de Castillo desde hace días parece ser un hecho–, la situación en Perú es de extrema tensión, porque desde el sector fujimorista ya se impuso definitivamente el discurso de que existió fraude.

Si bien todas las entidades que supervisaron las elecciones, incluyendo a la misión de la Organización de los Estados Americanos, destacaron que el proceso se realizó en un marco de total normalidad, desde Fuerza Popular, además de presentar cientos de impugnaciones que están siendo analizadas por el JNE, está expresando directamente que la virtual victoria de su rival es ilegítima, lo cual abre un camino peligroso.

Si bien el domingo el clima fue de tensa calma, el sábado fue una jornada de movilizaciones en Lima. Los simpatizantes de Pedro Castillo se movilizaron por el centro de la capital peruana exigiendo que se respeten los resultados de las elecciones, por lo que se congregaron frente al edificio donde funciona la ONPE.

Por su parte, los fujimoristas denunciaban abiertamente la existencia de un fraude electoral, cosa que más temprano había hecho la propia postulante del sector, que también se sumó a la movilización.

Durante una conferencia de prensa en la que participó con representantes de medios extranjeros consignada por el diario El Comercio, Fujimori dijo que hubo “fraude en la mesa, manipulación en mesa”, y agregó que una de las irregularidades que se habrían producido en las mesas de votación es la “suplantación de identidad” de firmas de sus responsables.

La dirigente derechista, además, planteó que detrás del fraude está la “izquierda internacional”, y remarcó la lucha que “estamos dando los peruanos para no caer en manos del comunismo”.

“Somos un país geopolíticamente muy importante para la izquierda internacional. Vamos a defender democráticamente todos nuestros votos”, agregó Fujimori.