Una serie de atentados suicidas causaron la muerte de al menos 60 personas en varias puertas de acceso del aeropuerto de Kabul, donde desde el miércoles de noche se estaba pidiendo a la gente que se retirara del lugar por la amenaza de un ataque terrorista inminente.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, se pronunció después de las primeras dos explosiones, señalando que estas fueron en lugares diferentes del alrededor del aeropuerto. Fue “un ataque complejo que resultó en una serie de bajas civiles y estadounidenses”, dijo en ese momento.
Pero minutos después las explosiones continuaron y las cifras empezaron a aumentar. El presidente estadounidense, Joe Biden, canceló la agenda de toda su jornada y la Casa Blanca anunció que hará un discurso a la nación. Esto sucedió después de que se confirmara que al menos 12 militares estadounidenses murieron en los ataques.
Explosión frente al aeropuerto internacional Hamid Karzai, en Kabul, el 26 de agosto de 2021, en Afganistán. Foto: Akhter Gulfam, EPA, EFE
El domingo, el Pentágono ya había advertido que era posible que la rama afgana del grupo yihadista Estado Islámico, Estado Islámico del Gran Jorasán (ISPK), que está enfrentada con los talibanes, aprovechara las aglomeraciones que se están produciendo en el aeropuerto de Kabul para perpetrar un atentado. El 23 de agosto ya se había producido un incidente, cuando un guardia afgano fue asesinado y otros tres resultaron heridos mientras cubrían el perímetro del acceso norte, producto de un disparo de un francotirador.
Este jueves los talibanes rechazaron el atentado y subrayaron, en un comunicado, que ocurrió en un territorio que está bajo control estadounidense.
La fecha límite para las evacuaciones en Afganistán es el martes 31 de agosto, pero los últimos días -no se ha precisado cuántos- se reservarán para el retiro de tropas y armamento. Si bien algunos miembros del G7 solicitaron a Biden que se mantenga en el país más allá de la fecha para continuar con la operativa en el aeropuerto de Kabul, los talibanes rechazaron de plano esta idea y advirtieron que si las tropas extranjeras se quedaban estarían extendiendo “la ocupación”, por lo cual hbría “consecuencias”.