Las compras de publicidad que hace el Ministerio de Turismo están en el ojo de la tormenta desde que la semana pasada el exdirector nacional de Turismo, Martín Pérez Banchero, denunciara presiones por parte del ministro, Germán Cardoso para que aceptara compras directas con las que no estaba de acuerdo. Este jueves el semanario Búsqueda publicó detalles de estas compras que no sólo fueron observadas por el exjerarca sino también por el Tribunal de Cuentas y el Banco República.

La principal denuncia de Pérez Banchero refiere a la compra directa a la empresa de Maldonado Netcom (Satenil SA), que en octubre de 2020 presentó una oferta de publicidad que rondaba los 40 millones de pesos por un año. Cardoso presentó la compra por excepción, pero el exjerarca decidió archivarla y no avanzar, tras el informe de una funcionaria que recomendaba no hacer inversiones en publicidad por un año, cuando la estrategia hasta el momento había sido hacerlo por temporadas.

Tras ese primer intento fallido, Netcom propuso otra oferta y dos meses después se abrió un expediente, el 1º de diciembre, con acuerdos con Netcom y con JCDecaux para publicidad en la vía pública. Al día siguiente se resolvió asignar casi cuatro millones de pesos a JCDecaux y 13.746.399 de pesos a Netcom. La decisión se ampara en el artículo 33 del Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (Tocaf), que permite las compras directas cuando “medien probadas razones de urgencia no previsibles o no sea posible la licitación, concurso de precios o remate público”.

Esa resolución necesitaba el visto bueno del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para avanzar y no lo obtuvo porque la ejecución del gasto comenzó en octubre, según había informado Cardoso al MEF, pero el trámite llegó “con fecha 23 de diciembre de 2020”.

Sin el visto bueno del MEF, el expediente volvió al Ministerio de Turismo y pasó por la delegada del Tribunal de Cuentas, que también observó el gasto por no tener el “informe del Ministerio de Economía y Finanzas con la verificación de que los precios y condiciones se ajusten a los del mercado”. Sin embargo, Cardoso decidió avanzar pese a esas observaciones.

Según informa Búsqueda, la oferta de Netcom en cuanto a despliegue de cartelería y publicidad era exactamente la misma que la del intento fallido de octubre de 2020. En aquella ocasión, los 40 millones de pesos eran una propuesta anual, mientras que en el expediente que se concretó eran más de 13 millones de pesos, pero por la temporada.

Un tercer expediente por contratación en la vía publica se abrió en junio de este año y fue el detonante del malestar de Pérez Banchero. Nuevamente las empresas Netcom y JCDecaux presentaron sus propuestas. Esta vez se agregó un informe de la agencia de publicidad Young & Rubicam, con la que trabaja el Ministerio de Turismo desde el período pasado. Mientras que la de JCDecaux recibió el visto bueno de la agencia, la de Netcom no tiene tanto respaldo y la agencia plantea que queda a consideración de la estrategia ministerial.

En este tercer expediente el monto de la compra asignada a JCDecaux superaba los cuatro millones de pesos y el de Netcom alcanzaba los 24.384.053 pesos. Al igual que en el segundo expediente, la compra directa se amparaba en la “imposibilidad” de hacer una licitación por los tiempos que apremian en la temporada turística.

Si se concreta este último negocio, Netcom recibiría del ministerio por un año casi 40 millones de pesos, el monto de la oferta original de octubre de 2020 que Cardoso intentó impulsar y no se concretó.

Las observaciones del BROU

Otro expediente que llamó la atención de Pérez Banchero fue uno por la compra de publicidad en web. El expediente se abrió en diciembre del año pasado para evaluar las propuestas de tres empresas: dos que ya habían trabajado con la secretaría de Estado, Cisneros Interactive (Facebook) y Digital Media Technology, y una tercera que no había tenido negocios previos, Kirma Services, de Estonia.

Tanto en entrevista con Búsqueda como con El País, Cardoso aseguró que las empresas fueron elegidas por Young & Rubicam; sin embargo, el semanario asegura en base a fuentes que la empresa Kirma no fue presentada por la agencia de publicidad porque no trabajan con ellos.

La propuesta de Cisneros Interactive, que trabaja para Facebook, fue de 140.000 dólares, mientras que las otras dos elevaron propuestas por 280.000 dólares. Nuevamente se fundamentó frente al Tribunal de Cuentas la compra directa por la falta de tiempo para realizar una licitación.

Tal como había pasado en los otros casos, la delegada del Tribunal de Cuentas observó la operación y Cardoso decidió seguir adelante. Sin embargo, dos de las tres operaciones quedaron trancadas en el BROU por problemas con las empresas.

La transacción a Cisneros Interactive no prosperó porque la empresa opera con un banco en Panamá, un país que integra la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional.

En el caso de Kirma Services, la empresa de Estonia, el BROU tampoco concretó el pago por recomendación de su Unidad de Prevención al Lavado de Activos. Cardoso pidió que jurídica del ministerio trabaje en el caso y le entregue un informe al respecto.