Aún se espera la publicación por parte del Poder Ejecutivo de un decreto que modifica el período de medición del precio de paridad de importación (PPI), el cálculo que surge del precio del barril internacional de petróleo y que es la referencia que toma el gobierno para ajustar las tarifas de los combustibles al inicio de cada mes. Como adelantó el martes la diaria, la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (Ursea) no publicó el informe de este mes, porque el Ejecutivo le comunicó que cambiará el período de medición: era del día 16 de un mes al 15 del siguiente, y pasará a ser desde el día 26 al 25 del mes siguiente.

Tomando estas fechas y la información de la web Investing sobre el cierre del mercado de futuros del barril de crudo Brent, ocurrió una baja de 2,5%. Igualmente, las autoridades han aclarado que no es lineal el traslado del precio del petróleo al PPI, aunque sí muestran tendencias similares. Con esto es de presumir que el nuevo informe de la Ursea marcará una baja, que debiera trasladarse al precio de naftas y gasoil.

“El crudo bajó y debe bajar el combustible. Hay dos cosas a observar: que baje en el porcentaje que corresponde a la reducción del crudo, y también vamos a estar atentos a ver la evolución de los otros precios, como los alimentos”, que tienen relación con los combustibles y suelen aumentar cuando estos suben, dijo a la diaria el presidente de la Federación Ancap (Fancap), Gerardo Rodríguez.

El dirigente sindical remarcó su rechazo al nuevo esquema que definió el gobierno, porque “es absolutamente perjudicial para Ancap y la ciudadanía”. Pero además sostuvo que este último cambio al PPI que anunció el gobierno “es un agravante”, porque “siempre es bueno que haya una normativa clara, sobre todo ante un cambio tan drástico como el que se hizo para los combustibles; pero esto [el decreto a emitirse] suma incertidumbre, inseguridad e inestabilidad al mercado interno, a una situación ya compleja al hacerse ajustes mensuales”. Sostuvo que “los formadores de precios” van a “ponerse del lado del resguardo” ante estos vaivenes, y “ante la duda no van a bajar [sus precios] cuando baje el combustible”.

Rodríguez repasó que la Fancap se declaró en conflicto por distintas decisiones del directorio de Ancap, como dar de baja el convenio colectivo vigente y definir el cierre de distintas unidades productivas y de logística semanas atrás. Por este último motivo, este viernes habrá una instancia de negociación en el Ministerio de Trabajo: “Peleamos por los puestos de trabajo y por la autonomía energética del ente, que no se entreguen [los negocios de logística] al sector privado; estamos dispuestos a analizar cualquier camino alternativo, pero si se va a privatizar, no vamos a ponernos de acuerdo”.

Impactos en Ancap por nuevo decreto

Una fuente de Ancap dijo a la diaria que el cambio en el período de medición del PPI tiene como “impacto” una “mayor exposición del valor de los inventarios”. Esto porque Ancap compra el petróleo y lo vende meses después como combustible en las estaciones al valor del PPI que calculó la Ursea el mes anterior, es decir que hay un desfasaje en los tiempos.

“Si compramos caro y bajan los precios, perdemos; por el contrario, si compramos barato y los precios suben, ganamos”, detalló. Frente a esto, informó que el ente está adoptando “una nueva política de coberturas” en busca de “suavizar el impacto en nuestros resultados” por esos eventuales cambios de precio.

Que ahora se utilice del día 26 de un mes al 25 del siguiente genera “impactos”, porque lo “estándar” para negociar contratos de cobertura es hacerlo a mes cerrado ‒del 1º al 30 o 31‒. Si fuera así, esto es un desfasaje de dos meses enteros, por ejemplo, “prácticamente no tenemos riesgo”, dijo la fuente. Pero, como “contra”, generaría una “posible especulación de los actores del mercado”, por el tiempo que pasaría entre que la Ursea cierra el cálculo y el gobierno ajusta las tarifas.