La posibilidad de pagar en efectivo en los peajes de Uruguay se acaba en marzo de 2022, según dijo este jueves el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero. El jerarca detalló que el cobro será exclusivamente automático con los adhesivos, como ya sucede en el plan piloto que se desarrolla durante las noches.
Falero recordó en una entrevista con Quién es quién de Televisión Nacional, que en la Rendición de Cuentas que aún está en estudio en el Parlamento uno de los artículos establece que los peajes dejarán de cobrarse en efectivo. El ministro detalló, en declaraciones que recoge El País, que a partir del 1 de enero se va a obligar la colocación del tag adhesivo, pero estimó que llevará más tiempo su uso efectivo porque será necesario reglamentar la ley, por eso la fecha que maneja la secretaría de Estado es marzo del año que viene.
“Estimamos que durante la temporada no es el mejor momento para ponerlo en marcha, quizás pueda estar arrancando en mitad de marzo”, comentó Falero y agregó que el plan piloto que implicó llevar el pago automático en “una cantidad importante de peajes” permitió detectar dificultades a resolver en el siguiente paso de la implementación. De hecho, el ministerio pretendía este mes eliminar otro turno del cobro en efectivo, pero retrasó la decisión para hacer ajustes en el mecanismo.
“El efectivo tiene que desaparecer por un tema de control y también de seguridad de los empleados”, afirmó el ministro y aclaró que si una persona llega al peaje sin el tag habrá personal para brindarle uno de forma gratuita y antes de avanzar deberá cargarlo o adherirse al cobro mediante tarjeta de crédito.
Asimismo, sobre los extranjeros que lleguen con sus vehículos al país, el ministro dijo que deberán adquirir los adhesivos en los peajes o en las aduanas. Antes de salir del país deberán tener su cuenta saldada, de lo contrario el vehículo podrá quedar retenido.
Uno de los mayores problemas que trae este nuevo mecanismo es la reducción de puestos de trabajo para los empleados de los peajes. Falero aseguró que está en contacto con el sindicato y las empresas para que esos puestos de trabajo se reubiquen en otras partes, ya sea en el Estado o en las propias empresas, o de lo contrario se acuerde un retiro voluntario.